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El calor achica, pero no apaga, la devoción por la Paloma, que celebra su día doblemente triste

El alcalde se compromete a «ayudar económicamente» a la reconstrucción del edificio parroquial, destruido por la explosión de gas del 20 de enero

Jesús, el bombero encargado de bajar la imagen de la Virgen de la Paloma este domingo COMUNIDAD

Sara Medialdea

La Paloma estaba triste este año, marcada por la doble tristeza de la pandemia y la explosión que destruyó el edificio parroquial de la calle de Toledo y segó cuatro vidas: las de Rubén, David, Javier y Stefko. Su recuerdo , y el de los ... que se han perdido pro culpa del Covid , ha llenado la Iglesia de la calle de La Paloma de miradas al cielo y suspiros. Pero la vida sigue, y la fuerza de la devoción a la patrona castiza de Madrid, a pesar del insufrible calor, también. Por eso Jesús Rodríguez, el bombero que este año ha tenido el honor de bajar el cuadro de la Virgen -por segunda vez, por cierto-, lo hizo con la emoción contenida de siempre.

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