«Como no me hacía caso, cogí lo primero que pillé de la caja de herramientas. Casualmente era un revólver»

Carmen ha negado que estuviera escondida y ha relatado que cuando él se estaba marchando a trabajar ella le siguió hasta el garaje hablándole sobre unas facturas de la luz, pero que él la ignoraba. «Como no me hacía caso, cogí lo primero que pillé de un carrito de herramientas. Casualmente era un revólver », ha aseverado. De esta forma, Carmen ha afirmado que disparó hacia el techo y se quedó petrificada con el ruido del arma. Fue entonces, según la acusada, cuando su marido se abalanzó sobre ella y le quitó la pistola, disparándole al abdomen.

Por su lado, Luis Antonio H. ha contado una versión totalmente distinta de los hechos. El procesado ha afirmado que cuando iba a salir a trabajar sobre las 07.00 horas, notó un ruido y un golpe en la espalda. Cuando se giró, vio a una persona encapuchada y vestida de negro a la que no reconoció, con un revólver agarrado con las dos manos.

En el forcejeo que se produjo al tratar de quitárselo, la pistola se disparó alcanzando a su mujer, a la que solo reconoció «después de quitarle la capucha». Luis Antonio H. ha roto a llorar relatando los hechos y ha asegurado que cuando se percató de que era su mujer llamó a la Policía y a los servicios médicos.

A consecuencia del cruce de disparos, Luis Antonio estuvo ingresado un día, mientras que su mujer, que ha afirmado seguir con molestias, permaneció en el hospital un mes y fue intervenida perdiendo la vesícula y un trozo de hígado. A pesar de que Luis Antonio ha negado que el revólver con el que se dispararon mutuamente fuera suyo, un testigo ha declarado que el procesado le enseñó el arma y la tuvo en sus manos.

Este mismo testigo ha afirmado que fue contratado por el acusado como guardaespaldas en un momento en el que Luis Antonio «estaba amenazado» por motivos económicos, cosa que él ha negado en todo momento. Ambos acusados, que llevaban 26 años casados , se han definido como «un matrimonio normal», lo que también han corroborado los dos hijos de la pareja, a pesar de que no vivían en el domicilio familiar en el momento de los hechos.

La fiscal acusa a la mujer de intento de asesinato y pide para ella once años de prisión, mientras que al marido lo responsabiliza de un intento de homicidio y de tenencia de armas prohibidas, delitos por los que pide para él nueve años de cárcel.