Un abrazo futbolero, al rescate de una humilde comunidad vecinal

Por ello, una acción de una conocida cadena de pizzas devolverá al enclave el aroma de tiempos añejos. Son las cuatro de la tarde del pasado miércoles y dos artistas, el ilustrador valenciano Lawerta y otro joven, maestro del espray, ultiman los detalles de un mural ideado con motivo del encuentro que disputarán ambas escuadras. Según informan desde la compañía, el bloque, de apenas una decena de vecinos, ha recibido una contrapartida cercana a los 10.000 euros por ceder su fachada. «Somos una comunidad que siempre va muy justa», apunta uno de sus residentes, al otro lado del telefonillo.

Bajo el lema «celebramos lo que nos une», la obra representa un pulso entre dos jugadores de cada equipo. Sus autores comenzaron a pintar el lunes. Y lo hicieron subidos a una grúa que no ha pasado desapercibida en la barriada. «Va a ser la calle más famosa», aseguran, entre risas, dos adolescentes. «Llama mucho la atención, esperemos que no venga nadie y pinte encima», añade otro residente, nada más inmortalizar el momento con su teléfono móvil. Para prevenir posibles daños, el dibujo, de unos 15 metros de altura, tendrá un servicio de mantenimiento extendido por un año.

En el marco de la campaña, dos de los ídolos de colchoneros y merengues, respectivamente, se personaron en la zona para deleite del vecindario. Fernando Morientes y Paulo Futre recorrieron sus pequeñas calles y firmaron algunas camisetas. Pese a la icónica visita, la mayoría de moradores coincide en señalar el abandono institucional de un espacio en evidente degradación. «A ver si con esto viene la tele para algo bueno», recalca un hombre, cansado de las malas noticias: «Solo hace años, donde el chino de ahí abajo, había un bar del Real Madrid y vinieron a rodar un anuncio».

En cuanto a los gustos futboleros, la opinión está muy repartida. «Hay de todo, hasta gente del Barcelona», apunta un anciano, al que, casualmente, no le atrae el fútbol ni la pizza. Pese a que el distrito de Carabanchel siempre se ha considerado territorio colchonero, lo cierto es que la llegada de nuevos habitantes ha diversificado la amplia paleta de colores. Por extraño que parezca, a una manzana de los dos emblemas madrileños se abre paso otra calle dedicada a un conjunto sevillano: el Real Betis Balompié. «Ver para creer». Palabra de hincha. Los caminos del deporte rey son inescrutables.