«Es de justicia que si los ayuntamientos tenemos que hacer un esfuerzo económico, que lo vamos a hacer, se haga de acuerdo a unas normas que permitan flexibilizar la regla de gasto y utilizar el superávit de los ayuntamiento, sino tendremos muy complicado poder adoptarlo», reclamó en la última Junta de Gobierno el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida .
El Consistorio es, en palabras de la vicealcaldesa, Begoña Villacís , la «correa de transmisión» para que las empresas puedan beneficiarse de ayudas. Por ello, reclamó, es preciso «el apoyo» del Gobierno central, a quien instó a flexibilizar la regla de gasto «si presume de ser social y de preocuparse por el trabajo».
Por ello, proponen que los gastos realizados por las entidades locales destinados a ayudar a las empresas sin actividad por el cierre de sus establecimientos no computen a efectos de la regla de gasto y de capacidad de financiación . La idea es que se puedan cargar al remanente de tesorería que resulta después de liquidar el presupuesto. Ese sobrante dejaría de tener como finalidad principal la amortización de deuda anticipada. De esta manera, no se reduciría la posibilidad de realizar nuevas Inversiones Financieramente Sostenibles.
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