Junts se jacta de que el PSOE «fue cediendo, cediendo y cediendo»
Los de Puigdemont justifican su giro 'in extremis' y elogian a Santos Cerdán (PSOE)
El Ministerio del Interior desinfla el pacto y asegura a los sindicatos que la Policía no va a perder competencias de inmigración

«No es no», como respondió a Mariano Rajoy (PP), en enero de 2016, el entonces solo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a la propuesta de «gran coalición», salvo para Junts. Partido liderado por Carles Puigdemont desde Bélgica que ha practicado un no ... pero sí, pasando del no, no y no a la abstención. La tramitación de los primeros decretos ley de la actual legislatura dejan sobre la mesa dos evidencias: que el Gobierno de Sánchez sudará la gota gorda para aprobar cualquier norma en el Congreso –y es previsible que coseche algunos fracasos– y que el independentismo catalán sigue teniendo un precio (alto).
Jordi Turull, secretario general de Junts, desveló este jueves muy gráficamente cómo se desarrolló, a grandes rasgos, el paso del no de los siete diputados de Junts a la abstención –no votaron, lo que permitió que dos de los tres decretos leyes se convalidaran– en la sesión del Congreso celebrada el miércoles. En resumen: vieron que el PSOE estaba cediendo en todo lo que pedían y no pararon hasta que se quedaron sin tiempo para la votación.
El cambio de voto se dio porque hubo un cambio en «las condiciones» tras llegar a la Cámara Baja para votar unos decretos leyes que Junts estaba en contra en «el fondo» y en «las formas», tal y como el mismo Turull, pero también Míriam Nogueras, portavoz del partido en el Congreso, había dicho, defendido y sostenido en las últimas semanas. En «el fondo» porque su contenido no se había negociado con ellos y en «la forma» porque los decretos leyes no permiten modificaciones en su convalidación.
Pero tras la intervención de Nogueras desde la tribuna de oradores del Congreso –atípicamente reunido en el Palacio del Senado–, para confirmar que Junts votaría no y, por lo tanto, las iniciativas del Ejecutivo decaerían, algo «cambió». El PSOE comprobó que los de Puigdemont iban en serio y se abrieron a la subasta de transferencias. No se podía consentir una derrota total –al final fue parcial, pues Podemos acabó por tumbar uno de los tres decretos leyes del Ejecutivo– y Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, se puso a trabajar duro mano a mano con Turull.
«El PSOE fue cediendo, cediendo y cediendo. Fue casi hasta el último minuto o segundo. Hicimos una valoración (con lo obtenido) y, dijimos, de lo que podemos obtener... Lo hacemos», confesó en Catalunya Ràdio el secretario general de Junts, condenado por el Tribunal Supremo por su participación en el 'procés' e indultado por el Ejecutivo de Sánchez.
En la negociación intervinieron, directa o indirectamente, además de Turull y Cerdán, la propia Nogueras y, desde Bélgica, Puigdemont, que no tiene cargo orgánico en Junts pero es su líder y no se cambia un voto en el Congreso sin su visto bueno. Evidentemente, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, hombre de confianza de Sánchez –como lo es Cerdán– también, participó del sanedrín, pero menos, porque no es un interlocutor válido par los de Junts. Bolaños mantiene relación regular y fluida con ERC.
Así, Cerdán es el hombre para Junts. Turull lo elogió este jueves. Tiene motivo. El 'número tres' del PSOE es el 'conseguidor' del apoyo de Puigdemont para que Sánchez siga en la Moncloa y, sobre todo, el que ha gestionado las mayores cesiones al independentismo en materia de relato, como quedó negro sobre blanco en el acuerdo de Bruselas. Y ahora, inmigración.
«A veces encuentras interlocutores con los que puedes hablar de manera honesta y clara. Cerdán no marea la perdiz, va al grano», dijo Turull de su compañero de experiencias. Y añadió: «Detecta lo que son resistencias en algunos ministerios (para las cesiones a los independentistas). Es un interlocutor con el que te puedes entender porque habla muy claro. Está en las antípodas políticas (mías). Pero (la negociación, con él) va bien».
Desde Junts se recordó que esta será la tónica de la legislatura. Al menos, en lo que respecta a sus siete votos. «Todo lo que se haga en el Congreso irá a que haya avances en el reconocimiento nacional (de Cataluña) y poner fin a los agravios que sufre Cataluña, por pequeño o grande que sea el tema», indicó, advirtiendo de que esto será así hasta que se consiga el objetivo de la secesión y que se negocia en Ginebra. «Todas las votaciones en Madrid van pieza a pieza», agregó.
Está por ver como se baja a la realidad el acuerdo de esta semana. ERC, en su pugna con Junts por la Generalitat, subirá sus exigencias. De momento, la diputada de ERC Teresa Jordà dio la bienvenida a Junts al día a día de la negociación pero les advirtió: «Por suerte, no estamos en primero de primaria de negociación con el PSOE».
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