Junts exige que Cataluña cobre los millones no ejecutados en inversiones

Los contactos, por tanto, siguen adelante y entre las peticiones que el partido del expresident prófugo ha puesto sobre la mesa se encuentra, según ha podido confirmar este periódico, que el Estado abone a Cataluña los millones de euros previstos como inversiones en los Presupuestos Generales del Estado que no lleguen a ejecutarse.

Esta exigencia persigue evitar la trampa que los socios del Gobierno denuncian que Pedro Sánchez hace en cada negociación presupuestaria. Esto es, prometer una lluvia de millones para inversiones que, aunque llega a incluirse en el proyecto de Presupuestos y aprobarse por las Cortes, no llega a materializarse en su totalidad.

Esta es una queja que comparten tanto ERC como el PNV y otros partidos de la mayoría de investidura como Compromís. Junts quiere evitar que le pase lo mismo. Nunca se ha fiado de Sánchez y menos tras comprobar que la amnistía sigue sin aplicarse a Puigdemont. «¿Qué incentivo tenemos nosotros para hacer primer ministro a un mentiroso y un incumplidor?», llegó a decir el expresident catalán en una entrevista en plena campaña del 23-J. De paso, pretende volver a adelantar a ERC como mejor conseguidor en Madrid, como sucedió con la amnistía.

El montante que Junts tiene en la cabeza con esta reclamación no es menor. En el periodo 2015-2022 la media de las inversiones territorializadas no ejecutadas en Cataluña se situó en el entorno del 40 por ciento (ver información anexa). Y no puede descartarse que la apertura de este debate en la negociación presupuestaria acabe conduciendo a que Junts pida no sólo el pago de los millones que no se inviertan finalmente el próximo año sino también parte de lo que el Estado no ha llegado a invertirse en alguno de los ejercicios anteriores.

Además de intentar evitar que Sánchez les trampee en la negociación y volver a superar a los republicanos, este movimiento permite al partido de Puigdemont enarbolar una bandera importante en Cataluña. Las quejas por el déficit de inversiones son un argumento recurrente en esa comunidad, y no sólo desde sectores independentistas. El pasado mes de julio, la patronal Foment del Treball Nacional publicó un informe que cifraba el déficit de inversión acumulado en la región entre 2009 y 2023 en 42.500 millones de euros por el conjunto de las administraciones públicas, lo que según sus cálculos supone un 2,2 por ciento del PIB.

Sin embargo, fuentes jurídicas consultadas por este diario no acaban de ver cómo se puede articular una fórmula que permita darle a Junts lo que reclama. «¿Cómo se hace? ¿Se extiende un cheque? No es fácil», reflexionan a este diario. Es más, explican que hacer esa concesión a Puigdemont abre una peligrosa puerta de atrás para modificar el destino de esos fondos, de manera que dinero previsto para inversiones acabe dedicándose a otras cuestiones.

No en vano, si la Generalitat recibe el dinero que iba a dirigirse a mejorar una infraestructura que es competencia del Estado difícilmente tendrá los medios técnicos para ejecutar el proyecto. O, dicho de otro modo, esta medida abriría la puerta a que el Gobierno camufle como inversiones lo que en realidad sean cesiones encubiertas de fondos a Cataluña. Podría llegarse al extremo de que la Administración «arrastrara los pies» con una partida de inversión con la idea de transferir el dinero correspondiente a la Generalitat, y que éste se dedique a otra cuestión, señalan los jurídicos consultados.

Y aún existe otra dificultad política evidente que ya se ha visto con el concierto fiscal. Puede darse por hecho que si el Gobierno hace esta concesión a Puigdemont, un buen número de comunidades autónomas pedirá que la medida se extienda a todas ellas sin que pueda descartarse que entre esas voces se alcen también las de líderes territoriales socialistas con Emiliano García-Page a la cabeza.

Fuentes del partido independentista insisten en la idea de que Puigdemont está «profundamente enfadado» con Pedro Sánchez, porque «lo que para él es mollar es la amnistía» y porque se siente engañado por el presidente del Gobierno. «Fue un error darle la investidura sin garantizar nada sustancial a cambio», aseguran para justificar que en el caso de que Junts acceda a apoyar los nuevos Presupuestos del Estado sea «a cambio de algo más que promesas». «Si Pedro Sánchez aprueba estos Presupuestos sabe que está blindado para agotar la legislatura, y le darán igual los 'koldos' y los 'ábalos'. Pero eso tiene un precio», advierten.