Pedro es el portero que sube a rematar el córner

Y esto, que puede parecer normal, tiene más valor del que parece. Por dos motivos. El primero es que se ha ausentado de su actividad favorita, es decir, la política exterior, los líderes internacionales, las fotos de familia y los corresponsales protestantes para irse a una ciudad de 50.000 personas a pedir el voto 'in person'. Para él es una humillación. Y el segundo motivo es el cambio de planes que implica, que sitúa al presidente como alguien que ha perdido definitivamente el rumbo y el control de la campaña y que lanza un ataque a la desesperada, como cuando, en el último minuto, el portero sube a rematar un córner. Y si ya había quedado claro que no había estrategia -no sabía ni a qué perfiles dirigía los mensajes, ni por qué motivo, ni a través de qué canales ni con qué promesa-, ahora queda claro que ni siquiera sabía cuáles eran sus ciudades objetivo.

Así que lo que iba a ser una semana de perfil bajo con acto en Bruselas, debate a tres donde Fortes -veremos si allí remonta o se vuelve a descalabrar en el inmenso error de una foto de perdedores-, visita relámpago a Lugo y cierre el viernes en casa, se convierte en una constante ida y vuelta a Bruselas con los 'pegotes' de última hora de Huesca y San Sebastián, donde este martes estará luchando otro de los escaños en liza. Alguien le ha debido sugerir: «Presidente, ya ha perdido todo el poder municipal y autonómico, tiene pinta de que va a perder también el gobierno y solo va a quedarle Ferraz. Los compañeros se van a quedar sin trabajo y mientras le ven cenando en Bruselas en mitad de campaña. Es mala foto. Al menos, que internamente parezca que lo ha dado todo. Si Paris vale una misa, Ferraz bien vale un rosario». Y a currar, claro.

Pero existe otra posibilidad: que no haya habido tal cambio de planes y que el PSOE haya decidido hacer pasar como novedad algo que estaba muy pensado, es decir, que hayan estado ocultado la información de los mítines para no 'levantar la liebre' y que nadie pudiera descifrar su estrategia como modo de evitar una respuesta a la misma.

En cualquier caso, la de Sánchez es ya una campaña para olvidar que recuerda a la última de Rivera. Exceptuando Barcelona, en todos los mítines se ha respirado la misma sensación de derrota. No así en los podcast. La primera parte de 'Hora Veintipico' y la visita a 'La Pija y La Quinqui' han sido dos buenas ideas que han mostrado la mejor imagen del presidente delante de un público al que es muy difícil llegar. Lo que no tengo claro es que la imagen dada sea presidencial, pero ya da igual. En breve Superpedro se convertirá en Clark Kent. Y lo peor de todo: habrá sido porque él es su propia kryptonita.