Ignacio Garriga: «Esperamos que López Miras rectifique como ha hecho Guardiola»

—¿Qué tal sus primeros ocho meses como secretario general?

—Muy bien, muy intenso, pero a la vez muy gratificante.

—¿Cuál fue su implicación en las listas electorales del 23J?

—Como miembro del Comité Ejecutivo Nacional, de la dirección del partido. Así lo establecen nuestros estatutos. Nosotros recibimos las propuestas de las direcciones provinciales y el Comité Ejecutivo Nacional ratifica esas listas electorales. Por tanto, igual que el resto de miembros del Comité Ejecutivo Nacional, tras escuchar las propuestas de las direcciones provinciales, las hemos sometido a valoración y a la aprobación posterior.

—Hay ausencias destacadas como la de Víctor Sánchez del Real, ¿por qué?

—Responde a una serie de criterios que entenderá que son criterios que son de debate interno, pero que en ningún caso son en contra de nadie. Al revés, queremos agradecer el magnífico trabajo que han protagonizado los 52 diputados, los que repiten y los que no.

—Se ha hablado de un alma conservadora en Vox y de un alma más liberal, ¿obedecen los cambios a un criterio ideológico?

—Nada. Eso son intoxicaciones de los medios de comunicación promovidas por aquellos que no quieren que llevemos a término ese cambio de rumbo que merece España. Niego que haya familias, niego que haya división interna. Eso de verdad responde solo a un interés de intentar dividir.

—¿Qué saca Vox del pacto extremeño?

—Pues en primer lugar demostrar a los españoles que Vox cumple con lo que dijo en campaña electoral. Queremos agradecer la rectificación de la señora Guardiola. Estaba instalada en la confrontación, en el insulto, en el menosprecio de los votantes de Vox. Ahora habrá una serie de políticas que defiendan al mundo rural, que pongan a las familias en el centro, que protagonicen una bajada histórica de impuestos y que garanticen la libertad educativa en Extremadura sacando a activistas ideológicos de las aulas.

—Guardiola dijo que no iba a meter en su gobierno a un partido negacionista de la violencia de género y que deshumaniza a los inmigrantes.

—El pacto al que hemos llegado con el PP en Extremadura evidencia que la señora Guardiola niega todo lo que afirmó hace tres semanas. Es consciente de que Vox ni deshumaniza ni niega ningún tipo de violencia. La señora Guardiola, con este cambio de actitud, con esta materialización del pacto en Extremadura, ha dejado de lado aquello que seguramente algunos desde Génova le decían que hiciera. Ha entendido que los extremeños habían pedido el fin de ciclo de la degeneración de políticas del PSOE.

—¿Cómo están las negociaciones en Aragón y en la Región de Murcia?

—Vox sigue con la mano tendida. Estamos convencidos de que pronto podremos anunciar buenas noticias porque el PP ha entendido el mensaje que los electores nos dieron el 28 de mayo.

—¿Esas buenas noticias incluyen sí o sí a Vox en los gobiernos?

—En la Región de Murcia, donde Vox ha obtenido un respaldo muy importante, es fundamental que Vox entre en el gobierno. En 2019 Vox ya le otorgó la confianza al señor Miras y la traicionó. La traicionó en primer lugar no cumpliendo lo que habíamos acordado, en segundo lugar porque el señor Miras llegó a acuerdos con tránsfugas de Vox para sacar adelante un gobierno y en tercer lugar porque ha metido al PSOE en la Mesa del Parlamento. Aspiramos, y estamos convencidos, a que el señor Miras rectifique como ha hecho la señora Guardiola.

—López Miras insiste en el argumento de que suma más que toda la izquierda y está a dos escaños de la mayoría absoluta.

—El señor López Miras traicionó la confianza de Vox hace mucho tiempo, nosotros no vamos a traicionar a nuestros votantes ni vamos a lanzar a la papelera su confianza.

—¿Y en Aragón?

—Entendemos, como hemos dicho, que para poder condicionar y para poder controlar esos pactos a los cuales hemos llegado la mejor manera es llegar al gobierno.

—¿La presencia de regionalistas en Aragón dificulta algo?

—No nos supone un problema siempre y cuando no acabe materializando pactos como se han producido en Cantabria o en Canarias. Algo que no entendemos. El PP ha preferido sacar adelante pactos con un partido corrupto como es el del señor Revilla, o con Coalición Canaria, en lugar de conformar la alternativa con nosotros.

—¿Qué diferencia hay entre la violencia de género y la machista?

—Es dramático que llevemos semanas hablando de si violencia de género, de si violencia machista, de si unos y otros, intentando criminalizar a una formación política que es la única que está dispuesta a modificar tantas leyes sean necesarias para que los responsables de una lacra tan grave se pudran en la cárcel. Ante eso solo está Vox. Hemos incluido una serie de medidas en todos los pactos de gobierno con el PP en Valencia, en Baleares, en Extremadura y lo llevaremos a término, como no puede ser otra manera, en Murcia y en Aragón. No vamos a permitir que se siga manipulando con el planteamiento de Vox. No nos van a encontrar en esas discusiones promovidas por ciertos sectores ideológicos con términos inventados cuando lo que a nosotros nos preocupa de verdad es acabar con esa violencia.

—Llegaron a decir en propuestas del Congreso «la mal llamada violencia machista». Ahora Santiago Abascal ha dicho que existe la violencia machista, pero sigue negando la de género, ¿cuál es la diferencia? ¿De la Ley de Violencia de Género Vox rechaza el nombre o la ley como tal?

—Rechazamos la ley porque entendemos que no protege a las mujeres, ni a los niños ni a los ancianos. Nosotros planteamos una ley radicalmente distinta. En primer lugar, para que garantice de verdad la protección de las mujeres, cosa que ni esta ley ni ninguna de las que ha aprobado la izquierda ha garantizado. En segundo lugar, escapar de esas invenciones ideológicas que ha promovido la izquierda: llamándola de género, promoviendo esa autopercepción, etcétera, etcétera, etcétera. Queremos reconocer al hombre y a la mujer como entidades biológicas y hacer leyes que salgan de parámetros ideológicos.

—¿Por qué Vox defiende que no puede estar la bandera LGTBI en las instituciones ni siquiera por el Orgullo?

—Vox defiende la legalidad vigente y la ley de banderas es clara, rotunda. Por tanto no entendemos cómo da lugar a ciertas interpretaciones de muchas instituciones en torno a qué tipo de banderas se pueden colgar en instituciones públicas. A partir de ahí, entendemos que no hay mejor bandera para representar a todos los españoles que la enseña nacional. No entendemos el intento permanente de la izquierda de confrontar a españoles.

—¿Rechazarían, por ejemplo, que se pusiese la bandera de Ucrania para condenar la invasión rusa?

—Sí, efectivamente. Sea la de Ucrania, la de Estados Unidos, la china, la del Sahara… Nos da igual, no queremos banderas que no sean las oficiales en nuestro territorio nacional. No entendemos cómo se utilizan las instituciones de todos para instrumentalizarlas al servicio de la causa de algunos. La izquierda ha instrumentalizado la educación adoctrinando a nuestros hijos, corrompiendo a menores.

—¿Cree que la bandera LGTBI, que representa la igualdad de derechos de la comunidad LGTBI, es solo una cuestión que preocupa a algunos?

—Efectivamente. Es un constructo de asociaciones, de entidades, que han convertido algo que pertenece a la esfera privada, la condición sexual de una persona, en una ideología y en un movimiento para desestabilizar ciertos principios, ciertos valores. Nuestra Constitución ya reconoce la igualdad de todos los españoles, no necesitamos ninguna bandera ni ningún colorín. Todos por igual merecemos que se respeten nuestros derechos, que se garanticen nuestras libertades.

—Vox el 28M triplicó sus concejales en todo el país y está demostrándose que es clave en muchas comunidades autónomas, ¿cuál es el objetivo el 23J? ¿Les da vértigo?

—Vértigo en la medida en que tenemos la capacidad de protagonizar ese cambio después de cuarenta años. Unos promovían políticas y los otros, en lugar de derogarlas, las gestionaban. Ahora los españoles tienen la oportunidad de votar por un presidente, por Santiago Abascal, que ya ha anunciado su primer compromiso: va a derogar todas y cada una de las leyes que han generado miseria, ruina, división y falta de libertad. Ya hemos visto un cambio histórico que hemos protagonizado en Baleares. Vox ha conseguido que nuestros compatriotas en Baleares puedan escolarizar a sus hijos y elegir la lengua en la que quieren educarlos. Hemos acabado con la imposición y dado paso a la libertad.

—Pero la noche del 23 de julio, ¿con qué saca Vox el champán?

—Sacaremos una, dos o tres botellas de vino de Rioja, de cava catalán o de lo que estimemos oportuno en función de los resultados que nos otorguen los españoles, pero sin duda alguna hemos venido a protagonizar el cambio.

—Si ustedes bajan de diputados, pero suman con el PP para desalojar a Pedro Sánchez, ¿es un buen resultado?

—El gran resultado siempre será desalojar a Pedro Sánchez del Gobierno de la nación, pero tan o más importante es desalojar a Pedro Sánchez como desalojar todas las políticas del PSOE de La Moncloa. De nada sirve desalojar a Pedro Sánchez si no logramos un compromiso con el PP en caso de que nuestro presidente nacional, Santiago Abascal, no sea la primera fuerza política.

—Póngame tres o cuatro ejemplos de leyes que quieren derogar.

—La Ley de Memoria Histórica en todas aquellas comunidades donde Vox firme un pacto. Se derogará todo tipo de leyes ideológicas como pueden ser la ley trans o la ley del 'solo sí o sí'.

—¿Qué opina cuando escucha a Sánchez decir que los indultos han servido para mejorar la convivencia?

—Miente rotundamente y está muy alejado de la realidad que padecemos muchos catalanes en nuestro día a día. Lo único para lo que han servido esos indultos es para incorporar a la dirección del Estado a los separatistas y para que Sánchez pudiera aguantar en el poder unos meses más.

—¿Cuál es la solución de Vox para Cataluña teniendo en cuenta que los independentistas no desaparecerán?

—La solución es poner en el centro del debate político las verdaderas preocupaciones: la seguridad en las calles, acabar con el derroche millonario de subvenciones y enchufados, garantizar unos servicios públicos de calidad como la educación, acabar con las listas de espera en sanidad, reforzar las ayudas sociales... En segundo lugar, es fundamental desde el Gobierno de la nación recuperar competencias; todo lo contrario que han hecho PSOE y PP.