Tribuna

Gestionar el cambio

El 20-N elegiremos y debemos hacer fuerte a una persona, capacitada para formar un equipo eficaz y con los menos compromisos posibles con quienes se han delatado como ineficaces

AGUSTÍN FERRÍN

Los que saben que hay que cambiar; saben cómo, saben en qué, saben hasta dónde y saben desde cuándo deben emprenderse, los auténticos e imprescindibles cambios. Pero… y siempre hay uno o varios peros, todas las facetas del repetidísimo cambio no se pueden y no ... se deben utilizar como armas arrojadizas durante unas elecciones, que en el sistema electoral vigente de España y todo Occidente, las sobrellevamos con lúdicas batallas de tartas ideológicas (Justicia, Sandel).

No puede, quien pretenda implementar soluciones, expresar abiertamente lo que sabe que tiene que hacer, porque algunos incluso entre sus propios correligionarios no le apoyarían y los compromisos que tendría que asumir para que le votaran, no le permitirían aplicar, con suficiente poder, la medicina que necesita emplear, cuando salga elegido. Tampoco es ético y aquí se delatan los que hacen cola en la carrera electoral, decir que se pueden poner en práctica otros tratamientos menos dolorosos; son los mismos que pretenden hacer a quien lleva el maillot amarillo que se descubra, o sea que los traicione a todos y no haya un ganador suficientemente sólido y poderoso que pueda aplicar las soluciones ineludibles. No será quien suscribe este escrito, el pedante que revele el final de la película, a quien no está capacitado para auto medicarse; enfermos que requieren inocuos placebos sin valor terapéutico directo; por cierto, pacientes de este tipo los hay en todos los bandos, aunque con argumentos muy distintos.

No es un cambio de partido político lo que necesita y reclama la Sociedad, es un cambio profundo en la forma de hacer Política y por tanto debemos votar por quien consideremos capaz de llevar esto a cabo. Es un cambio en el que los agentes y actores sociales podamos interpretar nuestro papel en libertad, emancipados y pudiendo ser independientes. Los que saben crear empleo (empresarios) que tengan toda la colaboración posible para hacerlo. Los que por su formación (funcionarios de carrera) saben administrar, intervenir e inspeccionar, la aplicación del dinero público que lo puedan hacer con respaldo y seguridad jurídica. Los mediáticos que siempre se han vanagloriado de su objetividad que la vuelvan a buscar. La Justicia que se abra camino, exija los medios que necesite y no desprecie las pruebas que le facilitan las Fuerzas de Seguridad del Estado. Los gobernantes con vocación que persigan hasta su extinción la prevaricación. ¡Por favor! No más «orquestar» espectáculos jurídico-político-empresariales-policiales.

Los oportunistas, que se arriman al Sol que más calienta… que sean por una vez honrados y emigren a otros países en crecimiento donde todavía, incluso los que mandan son más mediocres que ellos. Los «elegidos», que traten de superar la «crisis de legitimidad» que padece su especie, cuidando de que sus cofrades sean honestos y capaces de anteponer los intereses ciudadanos a los personales; que sepan fomentar la unión y no el enfrentamiento.

Por todo esto, el estilo servil y «academicista» que impera en los medios públicos hasta el presente, puesto de manifiesto con la doble «cara» de Campo Vidal en el debate; si sabemos votar, ya nunca volverá a tener protagonismo. La imagen no es un fin, como pretenden los horteras que nos han venido intentando engañar instrumentalizándola, hasta ahora.

Las personas no somos más que reflejos de una realidad que no debemos camuflar cuando pretendemos liderar alguna empresa, basándonos en que nos elijan por cómo somos. Y como ha dicho Rajoy: «El Gobierno no puede ser un escaparate de figurantes, sino una sala de máquinas con gente competente al frente, que sepa lo que tiene que hacer».

El 20-N elegiremos y debemos hacer fuerte a una persona, capacitada para formar un equipo eficaz y con los menos compromisos posibles, con quienes se han delatado como ineficaces… Va a ganar el más adecuado, si no ocurre un accidente que malogre lo que la mayoría tiene previsto ha

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios