La Xunta pide a Alcoa y Liberty agilidad ante posturas aún distantes

Conde no dejó de insistir en las consabidas reivindicaciones del Gobierno gallego , todavía sin atender, como son la importancia de aprobar el demorado estatuto del consumidor electrointensivo, avanzar en la autorización de las compensaciones por costes indirectos de CO2 hasta el máximo que permite Bruselas y poner en marcha un nuevo mecanismo de gestión de la demanda, para sustituir a la puja por la interrumpibilidad.

Desde el comité de empresa no se apreciaron buenas señales tras la primera fase del proceso de compraventa. De «fría» tildaron la reunión de ayer. Aprecian que « aún se mantiene un notable distanciamiento entre ambas partes », lamentaron en un comunicado recogido por Efe.

La multinacional estadounidense también lanzó un comunicado en un tono igualmente poco optimista, al admitir que «siguen estando muy distantes en varios temas ». Los cruciales: el control de la refinería, el contrato de suministro de alúmina y el mecanismo para proteger a los trabajadores y las futuras responsabilidades, explican. El conglomerado internacional GFG Alliance, al que pertenece Liberty House, « ahora solicita un derecho preferente para la compra de la refinería de alúmina , así como la aprobación de cualquier venta futura», añade Alcoa, que recuerda que la refinería «no forma parte del proceso».

No es el único reproche: «GFG Alliance no ha presentado a Alcoa ningún plan industrial para la planta de aluminio primario que indique cómo garantizarán la viabilidad a largo plazo de la planta, incluida una solución energética». Añaden que también han rechazado sus propuestas para «financiar conjuntamente el negocio».

En cualquier caso, Alcoa defiende que «seguirá negociando de buena fe» pero advierte de la « importancia de llegar a un acuerdo en estos puntos clave ». De lo contrario, no se podrá sentar «la hoja de las bases de la negociación» y completar la primera etapa del proceso de venta, avisan.