Villarino se impone a Blanco y cierra el mapa de baronías del PSdeG

Las cifras finales del escrutinio arrojaron una holgada victoria para la candidatura del regidor, que cosechó 663 votos, frente a los 352 obtenidos por su rival. El principal feudo de Villarino se situó en la capital, donde fue avalado por 267 votos. Blanco se quedó en 101.

Pero, la lectura cuantitativa de los resultados no exime de las interpretaciones políticas. Y esas de momento desprenden más dudas que certezas. Está por ver si Villarino será también el único aliado del secretario xeral , GonzaloCaballero, tras la primera fase de renovación de las estructuras orgánicas del partido. Las victorias de Formoso, Regades y Santos supusieron el primer tropiezo para el economista vigués al poco tiempo de ascender al cargo: todos los candidatos que había promocionado fueron vapuleados por las urnas, precisamente en las provincias donde el socialismo ostenta mayor poder institucional.

En Orense, no obstante, subsiste la incógnita. El triunfo de Villarino, considerado como uno de los alfiles de la llamada «tercera vía», se debe, en primer lugar, a la alianza con el portavoz en el concello de Taboadela, Álvaro Vila. Y en segundo lugar, a que los votantes de Pachi Vázquez —perdedor en la primera vuelta por una pírrica diferencia de 29 votos— se decantaron por Villarino en lugar de por Blanco.

Es la conclusión que se extrae de los resultados de las cabeceras de comarca. En O Carballiño, territorio controlado por el exconselleiro y exsecretario xeral, el ganador obtuvo el respaldo de 93 militantes, mientras que la parlamentaria se quedó en los 30 votos. En Verín y Xinzo de Limia, se repitió el mismo patrón: Villarino, 45; Blanco, 2 y 7, respectivamente.

En realidad las primarias no depararon ninguna sorpresa. Los días previos a las votaciones emitieron las primeras señales de que la bolsa de apoyos fiel a Pachi Vázquez podía apuntalar a Villarino. De ahí se explican los guiños que el de Amoeiro le estuvo dedicando durante el último tramo del proceso, como el de desvelar su intención de construir «un partido más grande y más fuerte», en el que, al fin y al cabo, la filosofía reinante es la de que no sobra nadie. En cambio, Blanco prefirió sembrar sus intervenciones con apelaciones directas a los militantes, los mismos que finalmente le dieron la espalda.

Las primeras palabras de Blanco tras conocer su derrota se alejaron del tono habitual entre compañeros de partido e incidieron en la idea de que Pachi Vázquez sigue siendo la mano que mece el futuro del partido. «En primer lugar quiero dar felicitaciones al gran ganador, que es Pachi Vázquez, y también felicitar a Rafael Rodríguez Villarino», dijo, poco antes de agradecer al 40 por ciento de las bases «que quisieron pasar página» y que votaron «de manera muy libre». «Hay quien sigue manejando los hilos de lo que ocurre en el PSdeG» , sentenció.

La de la diputada es la segunda derrota en una convocatoria interna en menos de tres meses. Aunque su papel no fuera el de candidata, Blanco se volcó el pasado mes de octubre para que su compañero de grupo Juan Díaz Villoslada doblegara a Gonzalo Caballero en la carrera por pilotar la organización. En aquella ocasión, tampoco logró su objetivo.

Con un semblante muy distinto compareció el ganador. Villarino instó a su rival a «empezar a asimilar la derrota» y criticó el clásico argumento que se suele emplear contra los favoritos de las primarias: «Cuando la gente no se integra siempre se sospecha y se habla mal de los que lo hacen. Pero esas cosas se superan» .

Predicando con el ejemplo, y con la vista puesta en el futuro, el secretario provincial electo se fija entre sus grandes objetivos la articulación de una alternativa «real» al PP. El camino termina en 2019, con la celebración de las elecciones locales, y con un enfrentamiento directo con el actual presidente de la Diputación, Manuel Baltar.