El Sergas impulsa un plan contra los 7.000 casos anuales de ictus en Galicia

El propósito es que quien acaba de sufrir uno de estos episodios pueda ser atendido cuanto antes por especialistas , tarea que exige coordinación extra en una zona como Galicia, con gran dispersión de población en el rural. Para ello será crucial la formación . Saber que se está sufriendo un ictus es sencillo tanto para el enfermo como para quien esté con él en ese momento.

Hay tres síntomas y los tres comienzan por «f» en gallego: «fala» (habla), «forza» (fuerza) y «faciana» (tez) . Cuando se desencadena uno, el afectado no es capaz de decir correctamente palabras simples;no puede elevar los brazos a la misma altura durante más de diez segundos, y no muestra todos los dientes al sonreír. Si esto ocurre, se debe llamar al 061 para que una ambulancia acuda a por él y lo traslade al hospital más cercano.

Tendrá acceso prioritario al servicio de radiología para que le sea realizado un TAC craneal y los médicos de urgencias contactarán con el Centro de Atención al Ictus, que «estará disponible las 24 horas del día, los 365 días del año» . A través de videoconferencia, un neurólogo le examinará mediante una cámara web de alta resolución. Entonces se decidirá si es enviado a una unidad de ictus de las tres que hay en la Comunidad : La Coruña, Santiago y Vigo. Allí será intervenido para acabar con la obstrucción que se ha generado. El sistema de diagnóstico con webcam ya ha sido probado entre los hospitales comarcales del Salnés y el Barbanza y el CHUS compostelano «con elevados niveles de calidad», apunta el Sergas.

Entre los factores de riesgo para sufrir un ictus de forma inesperada, además de la edad, se encuentran los antecedentes personales y familiares por enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, la diabetes mellitus, el colesterol, el consumo de tabaco, alcohol y drogas o la vida sedentaria.