«La relación del PSOE con la Marea es un esperpento»

—¿Esperaban una decisión como la que ha tomado Carlos Negreira?

—La renuncia ha sido una cuestión completamente personal y no puedo valorarla. El partido está acometiendo un proceso de renovación en algunos cargos y él decide dar un paso atrás. No he hablado con él, porque no me gusta meterme en temas personales, pero creo que ha sido algo profundamente meditado.

—¿Contaba usted con ser el relevo?

—Es cierto que a mí me han ido «preparando» para el puesto de portavoz porque últimamente he salido mucho en los medios y los compañeros han decidido darme esa responsabilidad. Pero también lo es que aquí somos diez portavoces, un equipo muy sólido en el que cada uno tiene sus áreas propias. Al haber gobernado, hemos podido especializarnos en temas y conocemos el funcionamiento a fondo.

—Lleva meses siendo una de las voces más críticas con la Marea. ¿Va a seguir esta línea de oposición?

—Nosotros siempre vamos a intentar hacer una oposición constructiva, y en todo lo que sea bueno para la ciudad nos van a encontrar. De hecho, el jueves en el pleno pedimos que se retrasen las ordenanzas de mercados para que se pudiese alcanzar un consenso amplio con los placeros. Yo he sido crítica desde el principio porque el señor Xulio Ferreiro llegó el primer día diciendo poco menos que el ayuntamiento estaba en quiebra y era insolvente, con declaraciones en televisiones a nivel nacional. Yo misma llevaba el área económica y me consta que las arcas municipales estaban más que saneadas. Ojalá las hubiésemos encontrado nosotros la mitad de bien. Lo que no podemos es apoyarle en cuestiones que creemos perjudiciales como la subida de impuestos, cuando deberían haberlos bajado.

—¿Sus críticas están muy centradas en señalar que la ciudad se encuentra paralizada. ¿El vecino en qué puede notar esto?

—Por ejemplo, un señor que quiera poner un ascensor en su edificio puede tener que esperar meses porque el Ayuntamiento tiene 700 licencias paradas en Urbanismo, y subiendo. El concejal dice que no tiene personal y eso es mentira, ya que han cesado a jefes de área y traído a gente de fuera, por lo que tienen más medios. Otra cuestión sería la paralización de la concesión de licencias para abrir negocios, las últimas que se han llevado al pleno tenían fecha de mayo, y sospecho que hay algunas que son anteriores.

—¿La elaboración de los presupuestos en qué fase se encuentra?

—En este pleno se habló del tema porque preguntó el PP. No es normal que una ciudad esté a estas alturas del año sin presupuestos. Usted escucha hablar al PSOE y la Marea y parece lo más normal del mundo, porque la ley permite su prórroga, pero solo en gasto corriente y personal. Esto quiere decir que no hay aprobada ni una inversión en la ciudad, ni un convenio, ni un programa. Nada.

Ahora mismo la situación está parada porque el PSOE rompió la negociación y la Marea pretende llevar la votación al pleno en febrero «sí o sí». También han dicho que si el PSOE no entra en razón van a negociar con el PP, pero no creo que sea una cuestión que se pueda debatir en una semana. Sinceramente, da la impresión de que el equipo de gobierno no se toma las cuentas en serio, y de que para ellos negociar es proponer algo y que se lo acepten sin siquiera discutirlo.

—¿Cómo se percibe desde fuera esta relación de amor-odio entre Marea y PSOE?

—Como un esperpento. Están haciendo un teatro en el que un día se llevan bien y otro mal. Y, mientras tanto, excluyen de la negociación al partido más votado de la ciudad. Eso sí que es insólito, porque podríamos hacer algunas aportaciones en las que habría acuerdos. Lo único que sí sabemos es que duplicarán el gasto en publicidad para hacer propaganda y duplican las asistencias técnicas. Esto es, que los que decían que iban a remunicipalizar servicios al final los van a externalizar.

—¿Ve a Xulio Ferreiro presentándose a la Xunta?

—Él dijo que no iba a irse, pero muchas veces dijo una cosa e hizo la contraria.

—¿Y usted se ve como candidata en 2019?

—Es muy pronto. Al ritmo que va la política hablar a tan largo plazo no es posible y no vale la pena precipitarse. Mi idea es trabajar día a día, y eso no está en mi cabeza. Nunca he tenido ninguna ambición y tengo un trabajo fuera de la política, por lo que igual que ahora he dado un paso adelante no me costaría nada dar uno atrás en unos meses.