El PSdeG ya estudia su «plan b»

De esta forma también compareció el día 12 en los juzgados de Lugo . Llegó solo, sin la compañía de sus abogados. La apariencia buscada de «enfrentarse a solas a la juez De Lara» fue corregida desde fuentes judiciales al confirmar que una letrada del despacho que representa a Besteiro estaba esperando en el Palacio de Justicia. No obstante, el líder socialista repitió hasta en tres ocasiones: «Mis abogados están en la otra punta de España» y justificó su huelga de palabras ante la juez: «Me asignaron un abogado del turno de oficio y otro en prácticas» . En todo caso, la realidad se abrió pasó y remendó las palabras del barón.

La recreación de realidades paralelas es una constante en el PSdeG. Y a la par que el secretario xeral justificaba su posición, sus adversarios reflexionaban en voz alta: «¿Cómo hemos podido llegar hasta aquí? y añadían: «Las televisiones daban en directo la llegada de Besteiro, imputado por cuatro delitos a los juzgados» . La desorientación de los críticos derivada de la actitud del secretario xeral atizaba sus ganas de hacer visible una alternativa al actual líder.

Las alarmas confesadas discretamente a los periodistas no se manifiestan públicamente con la misma intensidad. Todo se fragua en conversaciones privadas, pero con intención de ser publicadas de forma anónima. Sólo el pasado jueves el portavoz del grupo parlamentario, José Luis Méndez Romeu , reconoció que «la imputación puede condicionar el liderazgo de Besteiro» y la viceportavoz, Carmen Gallego , completó la declaración señalando que «el PSdeG tiene banquillo» . Además, ambos parlamentarios se mostraron confiados en que a las primarias comparezcan varios actores para profundizar en las raíces democráticas de los socialistas.

El único movimiento visible en los últimos meses fue la coordinación de los críticos para mostrar su desacuerdo con Gómez Besteiro. La alianza de facto entre agrupaciones tan dispares como La Coruña, Orense, Santiago, Ferrol o los «díscolos» de Lugo confluyeron en la denuncia de «falta de alternativa política, malos resultados electorales, estrategia equivocada» y reproches por la «confección de las listas electorales para las generales». Entre las intervenciones más contundentes destacaron la del eurodiputado, José Blanco ; la concejala coruñesa, Mar Barcón ; la teniente alcalde de Ferrol, Beatriz Sestayo o las orensanas María Quintas y Teresa Taboada . Las nuevas alianzas propiciaron saludos afectuosos entre Mar Barcón y María Quintas o encuentros entre «Pachi» Vázquez y José Blanco, filtrados desde el entorno de Besteiro. El pelotón de los fieles estuvo encabezado por la «oficialidad de Lugo», el senador Modesto Pose o las agrupaciones valdeorresas... Y una vez más faltó Vigo, pero sin intención de mandar mensaje.

Los críticos reconocen que «está es la primera alerta» y la «primera actuación conjunta». Uno de ellos confesó a ABC: «El partido es como una cazuela con agua, cuando empieza a hervir no hay quién la tape» . Sin embargo, Besteiro una vez más pide calma porque «son los de siempre». El secretario xeral tiene la seguridad de que cuenta con el apoyo de Pedro Sánchez y que su única enemiga es De Lara. Su actuación pasa por burlar la competencia de la juez para despejar su horizonte judicial.

No obstante, los cálculos de Besteiro pueden no cumplirse. Al margen de su camino judicial, los críticos aseguran que enfrente tendrá rival para las primarias. Según la estrategia, construida en diferentes y simultáneos encuentros, hay que esperar para ver qué hace Besteiro y cómo encauza sus citas en el juzgado. De momento, mostraron su satisfacción tras haber provocado que «incluyese en su discurso del día 9 la convocatoria de primarias. Y este hecho ya lo consideran «un triunfo». Los pasos siguientes van a darlos «con cautela» para «no quemar a nadie» .

Por su parte, el líder socialistas sigue su hoja de ruta. Exhibe los apoyos del secretario general federal, se muestra seguro de su inocencia y de que «no hay caso» y recuerda que «frente a frente o ante los medios» nadie planta cara.

Además, y aunque reconoce que el Comité Nacional fue duro, instó a echar la vista atrás para ve como «siempre se produjeron discusiones». Se trata de resistir y justifica las críticas «porque a muchos saben que se les acabó el chollo». El «tiempo nuevo» se presenta para el PSdeG como «Un tiempo entre costuras»