Los presupuestos de la Xunta suben en 1.000 millones hasta los 12.620

Junto con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, Corgos desgranó esta mañana los principales números del Anteproxecto de lei de Orzamentos, aprobado minutos antes en un Consello de la Xunta extraordinario. El Gobierno gallego pretende que las cuentas sirvan para hacer frente a la complicada coyuntura económica . «En un contexto económico como el actual tenemos el deber, más que nunca, de ayudar a la gente a afrontar las dificultades y de que los esfuerzos se repartan de una manera justa y equitativa», destacó Rueda . Las líneas maestras de los presupuestos, que el jueves llegarán al Parlamento para iniciar su tramitación, ya habían sido adelantadas. La Xunta apuesta por continuar su política de rebajas fiscales. Entre ellas, el incremento de la bonificación del impuesto de patrimonio a las rentas altas hasta el 50 %; la deflactación para los tres primeros tramos del IRPF; la rebaja del 9, 4 % al 9 % del IRPF para las rentas más bajas; o la equiparación fiscal como familias numerosas para aquellas que tengan dos hijos. En total los descuentos en los impuestos detraerán 128 millones de las arcas autonómicas . Rueda resaltó que «permanecerán en los bolsillos de los ciudadanos », como medida para ayudarlos ante el alza de los precios. No hubo grandes novedades en este punto, salvo el anuncio de que la Xunta prevé en 2023 congelar también las tasas administrativas.

Los presupuestos no sólo serán los más elevados de la historia, sino que batirán récords en gasto social. La sanidad, la educación y las políticas sociales y de fomento del empleo (principales competencias autonómicas) tendrán el próximo ejercicio disponibles 9.368 millones de euros, 709 más que en 2022 . En el 2023 se destinarán 4.967 millones a la sanidad pública, 2.795 millones a la enseñanza pública, 1.164 la políticas sociales y 443 millones para el empleo. Como suele ser habitual, tres de cada cuatro euros del presupuesto irán destinados a estas materias. Las cuentas reservan también una importante partida para la inversión con 2.772 millones, un 8,5 % más que en 2022.

La Xunta pretende impulsar cinco líneas prioritarias de actuación: el apoyo a las familias y personas vulnerables, el ahorro y la eficiencia energética, la dinamización económica, la lucha contra la sequía y el cambio climático y el fortalecimiento de los servicios públicos. Corgos detalló las subidas que experimentarán en el próximo año las partidas de programas ya conocidos —desde la Risga a la ampliación del periodo de actuación de los servicios antiincendios— que en conjunto se reforzarán con 500 millones de euros. Preguntado por los periodistas por la eliminación de la tarxeta básica puesta en marcha en la pandemia — bonos para comida y gastos básicos de entre 150 y 300 euros al mes para las familias más vulnerables— , el titular de Facenda aseveró que las subidas previstas en los servicios sociales «compensarán con mucho» su supresión.

El capítulo de gastos se verá también afectado por las subidas de precios. La partida de personal ascenderá hasta los 4.600 millones de euros, un 6,1 % más que el año pasado debido al incremento de sueldos de los funcionarios que ha anunciado el Gobierno central. También habrá que hacer frente a los altos costes de la energía que consumen los edificios públicos. La Xunta se verá además afectada por la subida de los tipos. Corgos destacó que Galicia es la tercera comunidad con menor gasto en intereses derivados del endeudamiento. Aún así este año aumentarán hasta los 110 millones de euros. El endeudamiento previsto será menor y pasará de 415 a 181 millones.

El conselleiro consideró que las cuentas presentan además un cuadro económico con previsiones «realistas pero también ambiciosas». Facenda espera que Galicia supere el producto interior bruto (PIB) prepandemia «a principios de año». Consciente de la ralentización de la economía, prevé que el PIB se incremente un 1,7 % en 2023 . El conselleiro confió en las predicciones elaboradas por el Instituto Galego de Estatística frente a otras, como la dada a conocer por el BBVA que apunta a un incremento del 0 %. Corgos apuntó también el próximo año continuará reduciéndose el desempleo. La Xunta estima que, de media, la tasa de paro se situará en el 10 % e incluso hacia finales de 2023 bajará por primera vez de los dos dígitos.

Tanto el titular de Facenda como el propio Rueda insistieron en que Galicia volverá a aprobar sus cuentas en «tiempo y plazo» lo que muestra la estabilidad política de la Comunidad en los últimos años. Los presupuestos, resumió Corgos, son «los más altos de la historia, pero eso no es lo más importante». Su característica destacada, prosiguió, es que «permitirán alcanzar el impulso que Galicia necesita». Corgos destacó que protegen a las familias y sectores vulnerables, blindan el crecimiento económico, impulsan medidas medioambientales y de ahorro energético, al tiempo que protegen y fortalecen la sanidad, la educación y los servicios públicos, concluyó. El jueves dará más detalles en el Parlamento gallego.

A falta de conocer la letra pequeña, la oposición cargó contra las cuentas autonómicas. La nacionalista Ana Pontón recriminó que «lo único que tienen de históricas» es el «pelotazo fiscal» y anunció que el BNG presentará dos enmiendas para evitar las rebajas de impuestos a los más ricos y reclamar 200 millones extra para la atención primaria sanitaria. Desde el PSdeG, su portavoz parlamentario, Luis Álvarez, coincidió en que los 30 millones que dejarán de obtener las arcas autonómicas con la bonificación a Patrimonio estarían mejor empleados en los servicios públicos. Atribuyó la subida de casi 1.000 millones «al esfuerzo que hace el Estado» para financiar a las comunidades.