Pontón se da un baño de masas entre críticas al rupturismo

Tampoco faltaron las menciones a En Marea en el posterior discurso. La división de la confluencia fue motivo de burlas por el cómico que inauguró el acto, diciendo que aquí «no hay que empujar para coger el mejor sitio, que esto no es un acto de En Marea» , en referencia a sus disputas internas.

Pontón también se refirió (sin nombres propios) al resto de partidos de la izquierda, recordando que el BNG se presentó a las elecciones autonómicas de septiembre en solitario, sin sucumbir «a los cantos de sirena» que querían llevar «a otros mares» al Bloque. Además, la líder frentista recordó que las «fuerzas estatales, las viejas y las nuevas, las guays y las menos guays utilizan Galicia como un caladero de votos y luego si te he visto no me acuerdo» , acusó.

La portavoz del partido aprovechó para lanzar mensajes en clave nacional e internacional. Por una parte, se mostró decepcionada ante los «que dijeron que venían a cambiarlo todo» y se agarraron «al viejo bipartidismo poniendo palos en las ruedas al derecho a decidir », mandando su apoyo al referéndum independentista. La jornada contó con miembros de ERC en el acto.

Venezuela fue otro de los temas que salió en su alocución, que se extendió a casi media hora. Pontón afirmó que ese país está «plantando cara al imperialismo y abriendo su propio camino», al tiempo que les envió «toda nuestra solidariedad», ante la presencia del Cónsul General de la República Bolivariana de Venezuela en España. También estuvieron representadas organizaciones amigas de Palestina, Gales, el Sáhara o el Kurdistán, así como las vascas PNV y Bildu.

Feijóo fue otra de las dianas a las que más se apuntó. El BNG situó al presidente como alguien que «rompe el carné de Galicia para quedarse con el del PP». La plaza entera recriminó que el gobierno autonómico no cuestione a Rajoy en temas como la AP-9 o la fecha de la alta velocidad a Galicia. «Que Rajoy dice: AVE para 2040, Feijóo responde: ‘sí bwana’» , ironizó Pontón, en un acto con el que el BNG buscó reivindicarse como la única alternativa galleguista en el lado izquierdo del tablero político.