Piden siete años de cárcel por quebrantar la orden de alejamiento, agredir y retener a su expareja

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de La Coruña acogerá durante este martes el juicio por los hechos . El escrito del fiscal expone que el acusado, con siglas JM.P.M., ya contaba con una orden de alejamiento vigente con su expareja MB.M.C. cuando la llamó en repetidas ocasiones durante los meses de junio y agosto de 2019.

En una de esas llamadas mencionadas en el escrito, tras decirle la víctima «tú a tu vida y yo a la mía», el acusado respondió: «Me estás metiendo en problemas y esto no va a quedar así» . Dos meses después, a fecha de 14 de agosto y debido a «la perseverante actitud» del hombre, ella accedió a encontrarse con el acusado en las inmediaciones de la estación de tren de Pontevedra, desde donde ambos se desplazaron a la localidad de Aldán.

Según la descripción de los hechos, la expareja entró en el establecimiento donde tuvo lugar el suceso denunciado, propiedad de la madre del acusado. Tras consumir cocaína el acusado se alteró, y cuando la víctima le dijo que no quería estar más con él, le replicó que «ella era de él y de nadie más», le agarró la cara con ambas manos y la arrojó con fuerza al suelo .

El acusado le dijo posteriormente que se fuese esa misma noche y ella replicó que requeriría la presencia de la Guardia Civil, tras lo que él la empujó hasta tirarla al suelo y se abalanzó sobre ella para sujetarle las manos y los pies e inmovilizarla. Tras pasar la noche juntos en el local, él salió con el pretexto de comprar algo de comer y la dejó encerrada dentro. La mujer rompió un panel de cristal de la puerta para lograr salir .

El documento elaborado por el fiscal a cargo del caso presenta pruebas del altercado con las lesiones presentadas por la víctima en un examen clínico posterior . La mujer contaba con erosiones en ambas piernas, en el lado derecho de la cara y en la oreja, así como una lesión en la cadera derecha, de las que tardó cinco días en recuperarse.

Por todo ello, la Fiscalía solicita que el acusado sea condenado a un año de prisión por el delito continuado de quebrantamiento de medida cautelar, otro año por lesiones y cinco más por detención ilegal . Pide también una indemnización de 1.500 euros para la víctima.