Leiceaga ignora a Caballero e insiste en renovar las listas

La respuesta de Leiceaga sintoniza con la escasa voluntad de diálogo que se está encontrando el sector crítico en la gestora del PSdeG para consensuar la formación de las listas para las autonómicas, según informaron a ABC diversas fuentes. El pasado lunes, los no oficialistas reconocieron que se estaban tendiendo puentes con la dirección interina para rebajar la tensión interna y fraguar candidaturas en las que se acogieran todas las sensibilidades existentes en el partido. Incluso se llegó a dar de plazo hasta mediados de esta semana para llegar a un acuerdo.

El martes protagonizaron un «gesto de buena voluntad» en el pleno del Parlamento manteniendo la disciplina de voto y respaldando el nombramiento de Modesto Pose como senador por designación autonómica, a pesar de discrepar en su idoneidad y defender la candidatura de José Luis Méndez Romeu de forma mayoritaria. Las fricciones parecían estar limándose en el PSdeG.

Sin embargo, los primeros contactos mantenidos no son especialmente prometedores, según diversas fuentes negociadoras. La intención de la gestora es no dejar espacio en las candidaturas a representantes del sector crítico y copar los puestos de salida . El PSdeG está en una situación delicada, ya que la previsible bajada de su número de escaños dificulta la colocación de nombres en los primeros números de la candidatura. De ahí el celo de la dirección interina que preside Pilar Cancela.

Una de las provincias más comprometidas es La Coruña . Descontando que Leiceaga será el cabeza de lista en su condición de candidato, el partido especulaba con otros tres puestos más con escaño garantizado . Ahí debía encajar a representantes de la ciudad herculina y Ferrol, dos agrupaciones urbanas potentes pero alineadas con el sector crítico y enfrentadas a la gestora. La voluntad de conciliar «es nula» , insisten las voces consultadas.

La excepción que señalan a la cerrazón del oficialismo sería la circunscripción pontevedresa , donde Cancela tendría perdido el pulso con Abel Caballero, quien la forzó a convocar un comité nacional a finales de mes . Sin embargo, todavía está por ver que el alcalde de Vigo no tenga que asumir en la lista de Pontevedra a uno de sus mayores «enemigos políticos», su sobrino Gonzalo Caballero.