«Consultamos los datos sobre cuál había sido el periodo de incubación hasta ahora, cómo había ido evolucionando la enfermedad en China y concluímos que el pico de la infección en Galicia se iba a producir en la primera semana de abril. Sin embargo, esta previsión puede extrapolarse también a España », explica a ABC Juan José Nieto, catedrático de Matemáticas de la Universidade de Santiago de Compostela y uno de los firmantes del estudio.
Para elaborar su estudio, los investigadores atendieron a parámetros tales como volumen poblacional, la manera en la que se transmite la infección o su velocidad de propagación. En cuanto a las diferencias entre España y China, Nieto destaca que «uno de los aspectos que distinguimos es la dispersión geográfica , porque no es lo mismo las grandes ciudades que la Galicia o la España rural, donde la población está mucho más dispersa. Pero también está la edad: no es lo mismo una población envejecida, como sucede en casi toda España y en particular en Galicia, que otra mucho más joven como la que habita en ciertas regiones de China».
En este sentido, Nieto añade que «las costumbres también influyen. No es lo mismo las culturas que son más de abrazos y besos que otras que a lo mejor mantienen un poco más las distancias. Pero también está el clima y la época estacional desde el punto de vista climático. Puede haber muchos factores que influyen que son difíciles de sopesar en un modelo sencillo, como es el nuestro ».
El grupo en cuestión cuenta con un historial de predicciones exitosas que les avala. Consiguieron pronosticar cuándo finalizaría la propagación de ébola durante la crisis de 2014 y qué balance de fallecidos dejaría. Y lo mismo hicieron cuando el coronavirus de Wuhan empezó a despuntar en toda China entre enero y febrero.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete