Coronavirus Galicia: Feijóo avisa de que «la tercera ola será superior» y conllevará medidas «más restrictivas»

Feijóo , a preguntas de los medios durante un acto en Santiago, no ha querido, como tiene por costumbre, avanzar el contenido de las decisiones del comité, que estuvo precedido de un subcomité preparatorio. Ha avanzado que el sanedrín de expertos permanecerá reunido hasta bien avanzada la noche, y que las decisiones «las daremos a conocer mañana» miércoles (la Xunta ha anunciado comparecencia del propio presidente a las 11.30, junto al conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña), con previsión de que entren en vigor el viernes. Pero ha sido claro, sin entrar en detalles, al afirmar que las medidas serán « proporcionadas a la situación actual y a la situación prevista» de cada concello . Y se plegarán a «protocolos» que «son los conocidos». «No vamos a improvisar», ha subrayado.

Entre las nuevas restricciones que entrarán en vigor, desde hace varios días se viene anticipando que la hostelería se verá afectada en aquellos municipios con peor evolución . Representantes de este sector están citados a una reunión este mismo miércoles (en la Consellería de Emprego e Igualdade, 18 horas), con el vicepresidente primero y conselleiro de Presidencia, Xustiza e Turismo, Alfonso Rueda, el titular de Sanidade y la conselleira de Emprego e Igualdade, Maria Jesús Lorenzana.

Esos protocolos son los que establecen las limitaciones en la hostelería y otros sectores (ha citado «juego y gimnasios»), así como la movilidad, en función de las tasas de incidencia y otros parámetros. Preguntado por la posibilidad de implementar medidas globales, el mandatario ha sido rotundo al explicar que no habrá un cambio de doctrina. Se seguirá «estudiando cada concello y cada comarca», porque « no es un traje igual para todos », sino «proporcionado».

Feijóo ha recordado que en los últimos días el impacto del Covid está en ascenso, con una acumulación de casos nuevos a 3, 7 y 14 días en un alza «constante y continua» . Una «ola que llega a la costa ahora, pero no es una ola como consecuencia de las medidas que hemos adoptado, se vino formando en las últimas semanas» y no sol o en Galicia, sino en toda España y la mayoría de países de la Unión Europea. Los problemas que toca afrontar ahora «vienen como consecuencia de acciones individuales y colectivas producidas entre el día 23 hasta la fecha».

A causa de las «interacciones sociales del mes de diciembre, la ola será superior a la del mes de noviembre », ha insistido el presidente de la Xunta, pero esta vez se tomarán las decisiones antes, sin llegar a los 10.000 infectados como sucedió entonces. No se va a «esperar» a repetir esas cotas, si bien ya asoman los 9.000 contagiados con datos del 11 de enero.

Además de pedir la «misma comprensión» que hace dos meses, cuando se anunció el denominado «modelo Carballiño» con cuatro niveles de restricción en función de la incidencia del Covid, Feijóo ha vuelto a defender que « nosotros seguimos estando en una situación menos comprometida » que otras comunidades que «ya activaron medidas muy restrictivas», porque presentan una «situación epidemiológica más comprometida». En todo caso, la Xunta mantiene una «absoluta preocupación».

A Feijóo se le ha vuelto a inquirir también este martes por un posible arrepentimiento ante un exceso de permisividad durante las Navidades. Y ha recordado que se actuó bajo un «protocolo muy serio» , recomendando que no se sobrepasara la unidad familiar en las reuniones. Pero la legislación que impulsó el Gobierno estuvo vigente «en todo el Estado» y «los gallegos también tenían derecho a acogerse a esa legislación». Además, ha apuntado que « intentamos limitar a menos de 10» personas y «la asesoría jurídica nos advirtió de que tenemos competencias para hacerlo ». A pesar de oponerse desde el primer momento, no era posible contravenir el mandato estatal.

En todo caso, Feijóo ha puesto el ejemplo de la hostelería, explicando que se asume que abrir hasta las 23 horas conlleva mayor riesgo que hacerlo hasta las 18, y eso se percibe en el diferente impacto en las siete ciudades. « Si nada se mueve, las posibilidades siempre son menores . Si ahora hiciéramos un confinamiento general de la población, probablemente la ola duraría menos tiempo. Pero necesitamos seguir trabajando, estudiando y manteniendo las actividades esenciales. La cuestión es cómo mantenemos la actividad esencial y cómo paramos la onda . Es la gran dificultad y la gran asignatura de la que nos vamos a examinar en las próximas semanas», ha remachado.