La CEG busca líder tres años después

El pasado día 9, el vigués Pedro Rey Vera oficializaba su candidatura. Procedente de una organización sectorial, la Federación Gallega de Empresas de Formación (Cecap-Galicia), Rey Vera se postula a sí mismo como el ansiado candidato de consenso que selle la paz en la patronal gallega. Pero solo un día después se inscribía como candidato el orensano José Manuel Díaz Barreiros, apoyado por la Confederación de Empresarios de su provincia. Ambos aseguran haber tomado la decisión para recuperar el pulso de una organización más necesaria que nunca ante la amenaza económica que ha supuesto el coronavirus para el empresariado . También aseveran que lo hacen tras ser animados desde diferentes sectores de la patronal que les han garantizado su apoyo . Las tensiones internas en la CEG se arrastran desde 2013 y la lucha de poder entre las patronales pontevedresa y coruñesa siempre ha estado de fondo.

Para romper la ecuación, Rey Vera considera que puede ser una solución que el nuevo presidente no proceda de una organización provincial . «Todas las sectoriales me apoyan, a excepción de una que no se ha pronunciado», explica a ABC el empresario, presidente del Grupo CIP (Centro de Iniciativas Profesionales) y socio fundador de la primera universidad privada online de España (Udima). El candidato se refiere a la patronal del metal, Asime. Desde sus filas podría estar buscando apoyos otro posible aspirante, Javier Martínez, según indican fuentes consultadas. Díaz Barreiros, sin embargo, cree que para «romper la tensión entre Coruña y Pontevedra» y empezar «una transición hacia la tranquilidad», muchos empresarios plantearon que el nuevo líder de la CEG llegase desde las provincias de Orense o Lugo . Ese fue uno de los motivos para decidirse a optar a la presidencia de la CEG.

La presencia de dos candidatos evidencia que pese a los tres años transcurridos la organización no ha sido capaz todavía de consensuar un único nombre que la lidere y la saque de la crisis interna. Rey Vera resta importancia al asunto. « Si aparece un candidato que tiene más consenso que yo, mejor. No hay ningún problema, yo incluso me quedo más tranquilo porque presidir la CEG supone un importante esfuerzo personal», manifiesta. «Creo que tengo un apoyo suficiente y que hay un inicio de unidad para seguir trabajando», indica Díaz Barreiros.

Hasta el momento, el primer síntoma de cierta tranquilidad en la organización llegó el pasado 29 de octubre. Por amplia mayoría, la Asamblea General lograba aprobar las cuentas de la organización empresarial correspondientes a los años 2018 y 2019. La CEG tiene también pendiente la renovación de sus estatutos, un punto que Díaz Barreiros considera fundamental si resulta elegido como presidente. El último intento de actualizar sus normas internas de funcionamiento, en vigor desde hace 40 años, quedó frustrado en febrero del año pasado. Tras la votación, la fractura interna en la patronal se volvía a hacer patente en una rueda de prensa llena de acusaciones en la que comparecían por separado el presidente de los empresarios coruñeses Antonio Fontenla y los de las patronales pontevedresa Jorge Cebreiros y orensana Díaz Barreiros junto a representantes de las sectoriales.

La lucha contra los efectos del Covid en la economía es el principal objetivo que tanto Díaz Barreiros como Pedro Vera se marcan si logran acceder a la presidencia de la CEG. Ambos creen que la situación actual requiere de unidad, de un empresariado fuerte y de mucho diálogo con los trabajadores. También abogan por la renovación de una institución «desde un cambio de logo», apunta Díaz Barreiros, hasta conseguir una patronal «con más presencia femenina», reivindica Rey Vera . El día 24 se conocerá el resultado y en los próximos meses se verá si la tensión en la que ha estado envuelta la patronal se disipa.

La pelea se arrastra desde 2013. Ese año, el vigués José Manuel Fernández Alvariño tomaba las riendas de la Confederación de Empresarios de Galicia, hasta entonces en manos del coruñés Antonio Fontenla. Alvariño dejó el cargo apenas dos años después, tras ser acusado por una parte del empresariado de supuestas irregularidades en los gastos de la confederación. El relevo lo cogió Antonio Dieter Moure. Llegó a la presidencia por 10 votos de diferencia contra su contrincante, el también orensano José Manuel Pérez Canal, ya fallecido. Moure estuvo menos de un año en el cargo. Dimitió a finales de 2016 alegando motivos personales, pero su mandato tampoco había sido sencillo por los enfrentamientos entre las confederaciones provinciales. Su sucesor, el coruñés Antón Arias apenas aguantó un año en el cargo.