tráfico de armas
El fiscal, sobre la operación Yakir: «Puede afectar a la seguridad nacional y global»
El juez se da hasta 2023 para investigar y cita a los imputados que se libraron de las primeras detenciones
«Una investigación que puede afectar a la seguridad nacional e internacional». Así describe el fiscal de Anticorrupción Fernando Bermejo la causa que se sigue en la Audiencia Nacional por la denominada Operación Yakir, y que tiene en el foco a una docena de ... personas y varias sociedades imputadas por organización criminal y blanqueo de capitales fruto de delitos de corretaje tráfico de armas, como las que portaban sin autorización de la ONU cuatro buques interceptados en distintas partes del mundo.
Lo expone en uno de los informes que obran en el sumario de la causa al que tuvo acceso ABC en exclusiva. Según explica, durante las pesquisas, que se iniciaron por la denuncia cruzada entre los ahora principales imputados, Aleksejs Dircenko y Victor Murenko, los investigadores se han topado con «una estructura organizada en la que se diferencian varios conjuntos de sociedades vinculadas a ciudadanos ucranianos y letones que, formando parte de una red internacional no identificada hasta el momento, se dedica al «tráfico ilegal de armamento». Su apoyo, «una estructura societaria en territorio español», y en concreto en Barcelona y Alicante, que bebe de entramados en paraísos fiscales «con la finalidad de dar apariencia legal a la adquisición de patrimonio proveniente de empresas de transporte marítimo que fletan buques donde se traslada material armamentísitico destinado a países en conflictos bélicos».
Tirando de ese hilo, concluye que la organización «se encuentra dirigida desde Ucrania por personas como Oleg Etnarovych y Sergii Montsman», de manera que Murenko ocuparía «un escalón superior o intermedio ejecutando las actuaciones de ocultación de dinero». Cuando explotó la operación, ambos estaban en el radar, pero no llegaron a ser detenidos porque se encontraban fuera de España. Ahora, imputados, han sido citados a comparecer ante el juez pero no han llegado a hacerlo. El instructor Ismael Moreno ha resuelto volver a llamarles, si bien aún no ha puesto fecha, de acuerdo a una providencia firmada este mes de julio a la que tuvo acceso ABC.
Etnarovych y Montsman estarían tras la sociedad británica que estuvo insuflando dinero a la que Murenko había constituido en Levante y con la que aspiraba a construir un hotel de lujo en la Playa de los Estudiantes (Villajoyosa), una actividad clave en la investigación por blanqueo. Ambos son socios en varias mercantiles con origen en Odessa, Ucrania, el lugar donde los investigadores sitúan el origen de este supuesto entramado criminal de traficantes de armas. Entre otras cosas porque la sociedad en la que figuraba Murenko, Tomex Teams, y que tendría relación con las empresas de Dircenko, está controlada por el «mafioso ucraniano» con pasaporte israelí Vadim Alperin, a quien el presidente de Ucrania Volodomir Zelesnki calificó en público como «patriarca del contrabando».
De Odesa a Finisterre
Etnarovych y Montsman, que fueron detectados en diversas reuniones en España en 2020, cuando la investigación aún seguía bajo secreto, y que se encuentran en «ignorado paradero», no son los únicos a los que ha acordado llamar el juez. Ha resuelto llamar como testigo a un conocido de Murenko al que llama «Chicho», ciudadano español de Finisterre y a quien envió la fotografía de un barco cargado de carros de combate. «Una imagen vale más que mil palabras», decía el informe policial sobre aquella fotografía, reproducida por ABC y que llevaba un mensaje adjunto que ubicaba el portacontenedores en Mombassa (Kenia). Los investigadores consideran que «Chicho» podría arrojar luz sobre las circunstancias de aquel buque dado que intuyen que antes de aquel intercambio debieron existir conversaciones sobre el tema. Han detectado, además, que el hermano de «Chicho», también gallego, ostenta una empresa que habría girado gastos relacionados con ese mismo buque. Es en cuatro embarcaciones intervenidas o de las que se ha tenido noticia en distintas fechas y lugares del mundo donde encuentran los investigadores el tráfico de armas al que atribuyen el nivel de vida en España de los investigados.
El juez, cita en este sentido a un inversor noruego y tres asesores de Murenko, todos involucrados en su proyecto de levantar el ya mencionado hotel de lujo y su hija y él mismo irán a declarar, si bien él a petición propia. En ninguno de los casos hay fecha aún.
Mientras, ha resuelto ampliar los plazos para seguir investigando, en línea con la petición de la Fiscalía Anticorrupción ante la «complejidad» de este asunto y la necesidad de más diligencias. Las defensas han recurrido. En el caso de la representación de Dircenko, porque dice, «no hay ningún delito»: ni relación con los barcos ni por tanto, tráfico de armas ni blanqueo.
Las defensas piden el cierre del caso:
«No hay delito»
La defensa de uno de los principales investigados, Aleksejs Dircenko, ha recurrido la decisión del juez Ismael Moreno de prorrogar la investigación seis meses más. En un escrito a la Sala de lo Penal al que tuvo acceso ABC, critica que cuatro años y diez tomos de diligencias después, la causa «no investiga ningún hecho delictivo, sino que lo busca», es decir, que sería prospectiva y así, ilegal. Sostiene que en realidad, «no existe» un delito de tráfico de armas que permita seguir investigando un blanqueo de capitales y se apoya en que, conforme apunta, ni Dircenko ni Murenko tenían relación con dos de los cuatro buques con armamento sin control que les atribuye la Audiencia Nacional en la parte central de la causa. Del tercero, recuerda que los tribunales que interceptaron el buque en Grecia (Mekong Spirit) concluyeron que no había delito. Del cuarto, que llevaría fertilizante a talibanes, no se pronuncia porque se investiga en una línea separada.
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