Feijóo: «Si querían que las elecciones gallegas fueran un plebiscito sobre mi liderazgo, ahí tienen el resultado»

También desde La Moncloa se aspiraba a un traspiés del PP que acentuase las consecuencias de las elecciones generales y que dejase muy tocado el proyecto de Feijóo como presidente del PP. Se jugaban muchas partidas en la misma urna. Y eso lleva ahora al PP a desplegar un ejercicio de reivindicación total. El alivio es máximo. Este martes celebraba el partido Comité Ejecutivo Nacional en Génova. Y los presidentes autonómicos que acudían a la cita coincidían en que el resultado, con especial incidencia en el hundimiento del PSOE, es una enorme advertencia al proyecto de Sánchez. Mientras que estiman que en el caso del PP no se puede hablar tanto de cambio de ciclo sino de que se continúa con una tendencia al alza que también se expresó en generales, aunque la aritmética permitiese a Sánchez mantenerse en Moncloa por cuatro escaños.

Antes del cónclave se había preparado un recibimiento a Alfonso Rueda, el hombre que encarna el nuevo estado de ánimo del PP tras unos meses adaptándose a ese rol de oposición a Sánchez que nadie esperaba. Feijóo recibió a Rueda en el hall de Génova mientras sonaba «Xuntos», la canción que ha acompañado al PP gallego toda la campaña. Ya ante los miembros del CEN Feijóo ha celebrado la «mayoría incontestable» de Rueda, con la que, además, refuerza su peso orgánico dentro del partido. Feijóo se ha referido a su sucesor en la Xunta de Galicia como uno de los políticos «más completos» que conoce.

Feijóo ha reconocido que «todo el PP de España está feliz» y que «muchos ciudadanos sin ser gallegos lo están» por lo que representa la victoria del PP frente a «una amalgama llena de mentiras, de manipulación y de confrontación» y de las «peores artes de la maquinaria del sanchismo». A quien ha radiografiado como «un partido dispuesto a inmolarse para que no gobierne el PP», en referencia a su posición sumisa respecto al BNG.

Aunque también ha dicho que prefiere entender el resultado «como una victoria de Galicia», Feijóo no ha dudado en reivindicarse: «Si querían que las elecciones gallegas fueran un plebiscito sobre mi liderazgo ahí tienen el resultado», ha presumido el presidente del PP que, por contra, ha considerado que el proyecto de Sánchez sale muy dañado: «Si querían que avalase su modelo ahí lo tienen».

Tras este resultado ha defendido Feijóo que vuelve a manifestarse que «España no está condenada a ser gobernada por aquellos partidos que no creen en ella». Y ha criticado a un PSOE que solo aspira a «ser la palanca de un nuevo frente soberanista en nuestro país». Una estrategia que, entiende, compromete su futuro: «Buscando levantar muros Sánchez ha encerrado al PSOE y sus socios dentro de su muro». Lo ha considerado una táctica «errada» fruto de una estrategia «irresponsable» que «va directamente en contra de los intereses de nuestro país». Feijóo ha criticado duramente lo que supone trasmitir que «hay que ser independentista para obtener algo del gobierno de Sánchez». «Es una irresponsabilidad que la historia juzgará», ha dicho.

Pero Feijóo no se ha centrado solo en el PP y, sin citarlo, ha querido tener mensajes también para Vox. «El camino para la victoria lo ha vuelto a enseñar Galicia», ha dicho, en referencia a que «si la alternativa se concentra en el PP, ganamos». Feijóo ha defendido las bondades de una «candidatura amplia capaz de parar al independentismo y a cualquier populismo».

Ha dicho que lo contrario es «muy útil a algunos políticos pero no a España», ha dicho, cuestionado que le critiquen más a él que a Pedro Sánchez. Y sin ser «nada útiles a los intereses de la alternativa». El PP siente que Galicia ha supuesto una victoria total porque ha validado sus tesis tanto a derecha como a izquierda para mantener su hoja de ruta, erigiéndose como «la única alternativa para la España constitucional». El siguiente reto serán las elecciones vascas, donde el PP no se juega tanto como en Galicia pero donde tampoco podrá exhibir una gran fortaleza. El objetivo es mejorar el resultado de 2020 y que no se altere el clima de optimismo que tiene que conducir a las elecciones europeas, donde el PP busca asestar un golpe decisivo al PSOE.

Varios dirigentes radiografian a Vox como una plataforma, más que como un partido, que ha canalizado durante un tiempo la desafección con el propio PP pero que ya retrocede sin remedio. El PP siente que Galicia ha supuesto una victoria total porque ha validado sus tesis tanto a derecha como a izquierda para mantener su hoja de ruta, erigiéndose como «la única alternativa para la España constitucional». El siguiente reto serán las elecciones vascas, donde el PP no se juega tanto como en Galicia pero donde tampoco podrá exhibir una gran fortaleza. El objetivo es mejorar el resultado de 2020 y que no se altere el clima de optimismo que tiene que conducir a las elecciones europeas, donde el PP busca asestar un golpe decisivo al PSOE. Y para eso tiene que funcionar la agrupación de voto, no solo de Vox sino también de los desafectos del PSOE, un electorado que le interesa mucho a Feijóo.