El factor Cuca Gamarra y los tiempos de Feijóo para rejustar el PP tras la investidura fallida
La clarificación de las funciones de la número dos desencadenará cambios en la dirección y en el grupo del Congreso
En la Cámara Baja hay rostros de futuro y figuras de confianza del gallego para renovar el grupo parlamentario
El líder del PP refuerza su plan de ensanchar su base electoral tras arrebatar 1,2 millones de votos a PSOE y Vox

Alberto Núñez Feijóo deja atrás la experiencia de la investidura fallida. Un proceso que, pese a las certezas de que difícilmente iba a prosperar, ha absorbido todas sus energías y las de su equipo durante el último mes. La lectura final del proceso es ... positiva. Han sido semanas de mucho desgaste. De algunos desajustes y de varios episodios que han tenido al partido a la defensiva y con dudas internas.
Pero la manera en la que Feijóo se desempeñó en la tribuna del Congreso de los Diputados ha espantado esas dudas. La sensación generalizada en el partido es que Feijóo sale reforzado. En su última intervención, además, Feijóo cortó de raíz la posibilidad de que los nuevos acontecimientos atrapen al PP en un debate sobre si abstenerse o no en la investidura de Pedro Sánchez. La opción está totalmente descartada. No ahora, sino desde hace dos meses cuando la cúpula del PP estudió los posibles escenarios que se abrirían tras el resultado electoral. Si a Feijóo le queda algún movimiento por hacer en las próximas semanas es algo que ahora mismo solo sabe él. Pero lo que está claro es que ninguno pasa por hacer presidente a Pedro Sánchez. El diagnóstico de Feijóo a este respecto es claro: las reivindicaciones del independentismo no han cambiado y además su fuerza electoral está en retroceso. Y el problema de la inestabilidad en España tiene que ver con el cambio en la dirección del Partido Socialista. Y habiendo ganado las elecciones ese escenario no es factible.
El gran elefante en la habitación del PP en el tiempo que ahora se abre son los cambios que Alberto Núñez Feijóo se dispone a hacer en el partido para adaptarlo a la nueva etapa. Y como se trata de rearmarse ante un nuevo escenario, lo primero es conocer exactamente cuál es el terreno en el que moverse. Los cambios alcanzarán al Comité de Dirección y a los grupos parlamentarios en el Congreso y en el Senado. También hay pendientes en clave orgánica cuatro congresos regionales. Eso tiene un carril específico.
Personas del entorno más cercano a Feijóo y otros miembros destacados de la dirección corroboran que el presidente del PP guarda con celo estas decisiones y que no las comparte. Pero sí validan que los cambios se van a producir. Una idea que sí confirman es que Feijóo va a esperar a que se clarifique la gobernabilidad para acometer esos cambios. «Tenemos que saber si es un PP que va a la oposición o va a elecciones», explican fuentes de Génova. Aunque el sentir mayoritario es el primero, el mandatario gallego gusta de tomar decisiones sin prisas. Hay en el PP personas que creen que sería más interesante acometer ya los cambios «sin esperar a Sánchez» y para evitar «el ruido y la especulación» durante semanas. Pero todas las fuentes consultas creen que Feijóo no cambiará su plan. «Todavía no hemos hablado nada al respecto», insiste una persona muy cercana al líder del PP.
Y si se habla de cambios un nombre está en el centro de la partida. El de la secretaria general y portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra. Precisamente por esa acumulación de funciones. La decisión la tomará Feijóo, pero en su entorno sí confirman que sus funciones se clarificarán. «Cuando llegamos tuvimos que hacer equipo con lo que había. Era un grupo parlamentario que no era nuestro», explican en el equipo del presidente. Gamarra tuvo que mantener esas funciones además de la secretaría general. Ahora el grupo parlamentario es el que ha elegido Feijóo. Y Gamarra se centrará en uno de sus dos puestos actuales con dedicación exclusiva. «No está hablado ni cerrado. No hay plazos y tampoco tenemos urgencias», insisten.
Clarificar el triunvirato
La reducción de su carga de responsabilidad no significará necesariamente una pérdida de poder. Aunque es cierto que llegarán nuevos perfiles. Durante un tiempo la figura de Gamarra se quiso denigrar casi como una secrertaría general de paja. Primero por la creación del puesto de coordinador general para Elías Bendodo. Más tarde por el desarrollo de las funciones de Miguel Tellado como vicesecretario de organización. El hombre que todo el mundo en el PP sabe que es la voz de Feijóo cuando realiza sus rutas orgánicas por las provincias.
Pero en el PP saben que su papel estos meses ha sido clave para Feijóo y que su confianza en ella se ha reforzado. Está en el centro de la toma de decisiones. Cosa que no puede decir todo el mundo en la dirección. De hecho, de esas tres personas no es ella sino más bien Bendodo la figura que en los últimos tiempos se radiografía en el partido como más desconectada del núcleo decisor. Nadie espera una revolución, pero su posición ha despertado algunas preocupaciones en el partido en Andalucía. En Génova sí creen que este proceso servirá para «aclarar funciones» porque en este tiempo ha habido «alguna cosa desajustada».
En el Congreso hay rostros de futuro y también figuras de confianza de Feijóo que han llegado de Galicia en las listas del 23J
De lo que suceda con las funciones de Gamarra dependerá todo. Su movimiento desencadenará el resto. En el partido ha estado extendida la idea de que se quedase en el Congreso y manteniendo su actual rol mediático. Y que eso podría llevar a Tellado a la secretaría general. Pero en los últimos tiempos hay barones autonómicos que piensan que lo que hace Tellado «encaja» en su puesto actual y que puede hacer un secretario general «más político» y mediático. Que podría seguir siendo Gamarra. Y eso desencadenaría el gran cambio en el grupo parlamentario del Congreso de los Diputados. «Tellado es muy valioso para Feijóo y no puede exponerlo tanto», transmite un presidente autonómico.
En la dirección que se reúne cada lunes en Génova habrá seguro cambios. Entre otras cosas porque Pedro Rollán mantiene unas áreas que como presidente del Senado debe abandonar. Además de quien se decida que sea el nuevo portavoz en el Senado, un puesto que ahora ha recaído de forma temporal en Javier Arenas. Pero en el partido esperan más incorporaciones. Nadie aguarda una revolución, porque con la nueva dirección del grupo parlamentario o las presidencias de comisión hay espacio para encajar todas las piezas.
Los que están y los que llegan
Del actual equipo hay tres nombres que se van a mantener y que podrían tener nuevos roles: Esteban González Pons, Borja Sémper y Carmen Fúnez. A los tres se los tenía por ministrables claros y de los tres se habla para la portavocía en el Congreso. «Hace falta una mujer y que sea muy contundente», dice un presidente autonómico. En el nuevo grupo parlamentario hay una buena nómina de rostros femeninos y que su pondrían una renovación. Tres nombres: Sofía Acedo, Ester Muñoz y Belén Hoyo, que acaba de ser madre este viernes. Las tres tienen ya experiencia parlamentaria. Muñoz fue delegada del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco en la provincia de León. Puesto que abandonó para liderar la lista al Congreso en esa provincia por expreso deseo de la dirección nacional.
El PP tiene pendientes cuatro renovaciones orgánicas. La más urgente es País Vasco. Y la más complicada, Cataluña
No obstante, el perfil de Feijóo, recuerdan quienes le conocen, es también el de un hombre de pasos firmes. Ahora por fin va a poder hacer su equipo. Y hay que apuntar tres nombres que no vinieron con él desde Galicia en un primer momento pero que fueron en listas, alguno con vistas a estar en el Gobierno, y que ahora son diputados. Tres nombres: Francisco Conde, Rosa Quintana y Pedro Puy. Por partes. Conde ha sido consejero de Economía con Feijóo en Galicia desde 2012. En 2020 lo hizo además vicepresidente segundo de su Gobierno. Y subió un peldaño más ya bajo las órdenes de Alfonso Rueda y con la llegada de Feijóo a Madrid. Quintana, por su parte, ha estado con Feijóo desde el principio como consejera del Mar de la Xunta de Galicia desde 2009. En 2012 le añadió competencias sobre el medio rural. Y luego está Puy, diputado autonómico desde 2009 y que ha sido el portavoz del PP en el parlamento gallego desde marzo de 2011 hasta finales de julio de 2023. Todo esto se ordenará cuando se tenga certeza de si hay o no elecciones. Feijóo no va a hacer una nueva dirección parlamentaria si hay riesgo de disolución en menos de dos meses. Ni cambios en la dirección si hay que organizar otra campaña.
Lo que seguro que se empieza a acometer es la renovación orgánica en las cuatro autonomías pendientes: Asturias, La Rioja, Cataluña y País Vasco. La más acuciante es la última. Y para Feijóo la más importante. El partido se prepara para unas eventuales elecciones en País Vasco y Galicia antes de la Semana Santa. El Gobierno gallego ha intensificado su estudio demoscópico de la situación desde la vuelta del verano. En Asturias hay que analizar qué quiere hacer Diego Canga, que ha sido el candidato autonómico, dejando su vida en Bruselas. En La Rioja, sin problemas, asumirá el mando Gonzalo Capellán, presidente con mayoría absoluta. El tablero más complejo será el catalán.
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