La batalla contra el fuego mantiene en Alicante varios frentes abiertos. Desde las carreteras, adentrándose en montes y entre la maleza y tratando sobre todo de salvar fincas y masías donde hallan aún criaturas que se han salvado milagrosamente de las llamas. Entre los desalojados ... se respira una especie de resignado fatalismo: "Ya no estamos preocupados, porque se ha quemado todo", lamenta uno de ellosYa han ardido más 7000 hectáreas desde el sábado, en un desastre ecológico sin precedentes en la Marina Alta
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