La «doctrina Fabra» precipita la primera dimisión de un conseller desde 1998
Vela abandona Hacienda dos horas antes de ser imputado y Hernández Mateo dejará su acta de parlamentario al ser condenado por un caso de prevaricación
A. CAPARRÓS
La política de «tolerancia cero» que postula el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, con los cargos del Partido Popular que resultan imputados en procedimientos judiciales provocó ayer la salida del Ejecutivo de José Manuel Vela. Según Fabra, «hay una línea muy clara, la de ... la transparencia y la legalidad, y nadie que quiera traspasarla estará en el PP».
La dimisión del titular de Hacienda dos horas antes de resultar imputado por la supuesta filtración de un informe judicial del denominado «caso Cooperación» al diputado del PP e imputado en esa causa Rafael Blasco, es la segunda salida «voluntaria» de un conseller desde que los populares alcanzaron el poder en 1995.
El único precedente data de 1998, cuando el entonces titular de Obras Públicas, Luis Fernando Cartagena, dimitió después de verse involucrado en un caso relativo a cesiones de crédito no declaradas al fisco.
Al tiempo que Vela anunciaba su marcha, a pesar de reiterar que en ningún caso entregó a Blasco un documento oficial que había reclamado el juzgado en el marco de la instrucción del «caso cooperación», el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana hacía pública la sentencia que condena al exalcalde de Torrevieja a tres años de prisión por los delitos de prevaricación y falsedad documental.
La reacción de Fabra también llegó en este caso de inmediato. De hecho, el jefe del Consell mantuvo una conversación con Hernández Mateo tras la cual anunció que el veterano polítio torrevejense dejará su acta como diputado autonómico en las Cortes Valencianas. Una decisión de carácter voluntario, toda vez que la legislación concede a los parlamentarios la postedad de mantener su puesto durante el periodo para el que han resultado elegidos, la salida de Hernández Mateo abre la puerta a nuevos casos, puesto que el grupo popular todavía acumula una lista de nueve imputados en el grupo parlamentario, entre ellos el que fuera portavoz Rafael Blasco.
Petición por escrito a Blasco
En la figura del anterior síndic -al que el Consell le remitido un escrito para preguntarle cómo tuvo acceso al documento- confluyen los dos frentes que ha tenido que abordar Fabra para cumplir a rajatabla los estatutos del PP, de los que fue ponente en el último congreso celebrado por los populares. Del mismo modo que Blasco abandonó sus responsabilidades una vez resultó imputado en el procedimiento que investiga la presunta malversación de fondos públicos diririgidos a proyectos de cooperación, Vela dejó ayer el cargo de conseller de Hacienda antes de ser citado, en calidad de imputado, por el juez José Flors, encargado de dirimir si se produjo la filtración.
Dimisión del interventor
Un extremo que volvió a negar Vela -cuyos compañeros de Ejecutivo y partido reafirmaron el convencimiento en su inocencia- pero que ha precipitado su salida tras catorce años años desempeñando responsabilidades en la Administración. En el mismo caso ha resultado imputado el interventor de la Generalitat, Salvador Hernández García, quien podría dimitir el lunes. Ambos declararán el día 12.
La marcha de Vela del Consell, que se produce en pleno trámite parlamentario de los Presupuestos, no implicará una remodelación del Ejecutivo a corto plazo. Fabra evitará que los tribunales le marquen los tiempos políticos. El Consell reducirá a nueve sus carteras, una vez que el vicepresidente, José Císcar, sumará las competencias de Hacienda. El «número dos» del Ejecutivo ha participado directamente en las negociaciones con el Ministerio de Hacienda para la llegada de fondos estatales en los últimos meses.
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