Toque de queda en Valencia: los hosteleros cifran en 5,5 millones las pérdidas por el confinamiento nocturno

Al respecto, han apuntado que las cifras suponen «un nuevo varapalo» para la actividad de las pymes hosteleras, que, en estos momentos, soportan caídas de facturación por «encima del cincuenta por ciento con respecto a 2019».

Según datos recopilados por el colectivo, por cada hora menos de actividad se deja de ingresar una media de 160 euros al día, dependiendo del tipo de local y por zonas. Al respecto, han recalcado que, para cerrar a las doce de la noche , media hora antes, como mínimo, hay que empezar al desalojo de los clientes y la recogida de sillas y mesas de terrazas.

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Al respecto, la coordinadora ha señalado que las reuniones familiares y de amigos -las que «más focos de contagio por coronavirus provocan»-, «previsiblemente, se van a multiplicar, como alternativa a las restricciones del toque de queda». Por ello, no creen que aplicar nuevas restricciones a la actividad de los establecimientos públicos que desarrollan su actividad «con todo tipo de medidas preventivas puedan contribuir a reducir las cifras de contagio».

Junto a la complicada coyuntura para la hostelería, son los locales de ocio los que se encuentran en una situación «más dramática», como consecuencia del encadenamiento de los cierres decretados por la Generalitat. Por ello, desde la Coordinadora han considerado «esencial» que recuperen «cuanto antes» su actividad en horario diurno y prestando servicios de hostelería «para evitar su ruina definitiva».

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De la misma forma, desde el colectivo han insistido en que el sector necesita un plan de «rescate real», que contemple ayudas directas e incentivos similares a las que se han puesto en marcha para otros sectores, como el bono turístico lanzado hace unos días. «El dinero debe llegar a todo el tejido empresarial más vulnerable y afectado por la crisis», han reclamado.

En esta línea, ha mantenido que «las medidas jurídicas del Consell generan perplejidad entre las pymes y los trabajadores del sector». «Vemos como se acumulan medidas sin control ni capacidad de evaluación de las mismas, que hacen que cada vez tengamos menos confianza en su eficacia ».