POLÍTICA
Los obstáculos en la Presidencia de Puig
El caso Carns de Morella o la alianza de Compromís con Podemos erosionan su imagen
M. CONEJOS
Los primeros meses de la Presidencia de Ximo Puig están resultando más tortuosos, incluso, de lo que vaticinaban sus más allegados. Esa necesidad de unir tres partidos antagónicos en muchas de sus concepciones es difícil y más cuando la única causa común verdadera ... era desalojar al PP y alcanzar un poder que en el caso de los socialistas se les resistía desde hace veinte años.
El PP está ya en la oposición y resulta difícil aglutinar a las masas en contra de quien ya no gobierna . Por eso, ahora que toca despejar balones, al tripartito se le aflojan las costuras y comienzan los cálculos electoralistas y de reparto de poder.
El caso de Carns de Morella que tiene al presidente en primera persona bajo la sombra de sospecha de una subvención a la empresa que gestiona el matadero de su localidad natal y la que presidió durante años es un ejemplo. Compromís, socio de gobierno, se puso de su lado en la persona de Mónica Oltra que, a medida que el caso se oscurece más, ha decidido ir poniéndose cada vez más de perfil.
Podemos, con Antonio Montiel a la cabeza, no ha titubeado al valorar como un «error» esta partida presupuestaria y ha pedido su retirada.
La Oficina Antifraude que pide Podemos también choca con muchas de las cuestiones que defiende el PSPV que no desea un órgano «paralelo» controlado por la formación de los círculos. El Consell ya ha rebajado las expectativa de Montiel.
La alianza electoral de Compromís y Podemos para el próximo 20 de diciembre también ha cargado el ambiente. Oltra se maneja entre la gestión diaria con Puig y los flirteos con Montiel para erosionar al PSPV.
El carácter independentista del conseller de Educación , Vicent Marzà, la dificultad del «mestizaje» en los altos cargos del Gobierno valenciano y la subida salarial de éstos que no respalda Podemos son otras cuestiones que dificultan el engranaje del tripartito que gobierna ahora en la Comunidad, aunque la formación de Montiel lo haga desde fuera.
Y como no, RTVV . La dificultad suprema en poder reabrir el ente autonómico choca de frente con las promesas electorales y Puig, como presidente, tiene ahí abierto un flanco peligroso.
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