Estos son los dieciocho «puntos negros» para los ciclistas en las carreteras secundarias valencianas

El estudio elaborado por el área de Carreteras detecta 57 tramos que suman 860 kilómetros con elevada presencia de ciclistas, de los cuales 18 itinerarios presentan una elevada accidentalidad

La Diputación ha determinado un total de dieciocho "puntos negros" que precisan actuación, como el tramo que va desde la A-7 en Massamagrell a Náquera (CV-305), de Godella a Torres-Torres (CV-310), de València a Náquera por Moncada (CV-315), del Puerto de Sagunto a Torres-Torres por Les Valls (CV-320), el acceso a Portacoeli (CV-331) y el tramo de Riba-Roja a Vilamarxant (CV-370).

También figuran en ese mapa el tramo de Torrent a Montroy por la CV-405, de Turís a la CV-50 (CV-422), así como de Real de Montroy a Dos Aguas (CV-435).

Otros puntos conflictivos son los que van desde Les Palmeretes a Cullera (CV-502), de Guadassuar a Algemesí (CV-523), de la Pobla Llarga a Navarrés por Sumacàrcer (CV-560), de Xàtiva a Simat de la Valldigna (CV-600), de Cullera a la CV-603 (CV-605), de Xeraco a Grau de Gandia (CV-605), de Grau de Gandia a Oliva (CV-670), de Gandia a Simat de la Valldigna por Barx (CV-675) y de Gandia a CV-60 (CV-680).

El diputado provincial de Carreteras, Pablo Seguí, ha señalado a EFE que la seguridad vial de "los otros usuarios de la carretera", entre los cuales figuran los ciclistas , tanto ocasionales como deportivos, es uno de los temas que preocupa al actual equipo de gobierno de la Diputación.

Para ello se han puesto en marcha dos vías: una centrada en usuarios no monitorizados, como ciclistas y peatones, para desplazarse entre municipios, y otra centrada en los ciclistas deportivos, para los cuales "su terreno de juego" es la carretera y necesitan mayor seguridad en las calzadas.

El diagnóstico tiene como objetivo "ver cómo son los tramos por donde circulan los ciclistas deportivos, detectar aquellos puntos más conflictivos para ver cuál es la problemática concreta que presentan" y, a partir de ahí, " ver cómo podemos intervenir para solucionarla", ha agregado Seguí.

Una vez terminado el diagnóstico, la Diputación prevé comenzar a trabajar en el diseño de un plan de acción en el que se determinen líneas concretas, como el refuerzo de la señalización de advertencia de la presencia de ciclistas, la limitación de la velocidad de circulación para los vehículos -"que podría ser solo en determinados días o épocas o bien en tramos de horarios", según el diputado- y, finalmente, la ampliación de arcenes.

Según ha explicado a EFE, el diagnóstico se presentará coincidiendo con la muerte de cinco ciclistas en carreteras valencianas en apenas mes y medio y la convocatoria que ha hecho el president de la Generalitat para abordar este problema el viernes.