La proliferación de este organismo de la clase 'Rhaphidophyceae' es un fenómeno natural que ya se había producido en anteriores ocasiones, sobre todo en verano, en zonas de la costa valenciana y catalana, y que no tiene efectos tóxicos para la salud , más allá de picores y escozores en pieles sensibles.
Así lo indica, según explican fuentes de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, el informe preliminar de las pruebas de microscópico realizadas en las últimas horas.
Las muestras tomadas este lunes, además, determinan una «notable» disminución de la concentración de esta alga que obligó a cerrar los arenales por precaución desde las 13.30 horas del domingo, momento en el que se decidió izar la bandera roja y se alertó a los bañistas para que salieran del agua a medida que la mancha se iba extendiendo por el mar. De momento, sigue prohibido bañarse.
Salvamento Marítimo confirmó que no se trataba de una mancha de hidrocarburos y apuntó a un emisario o a algas en descomposición. Por su parte, la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas descartó que el problema estuviera relacionado con depuradoras o aliviaderos tras confirmar el buen estado de las infraestructuras de la zona.
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