Según informan fuentes del Arzobispado, ante las numerosas consultas de párrocos, padres y colectivos relacionados con estas celebraciones, "lo más prudente", dada la situación actual de la pandemia de coronavirus , es posponerlas a después del verano.
El Arzobispado recuerda que están sujetos a las directrices que den las autoridades gubernativas y sanitarias, que pueden ir variando , y expone que estas indicaciones de cambios de fechas "atenderán siempre a la evolución del estado de alerta y emergencia sanitaria".
«Muchos fieles»
En todo caso, añaden, durante el mes de julio atenderán a lo que las autoridades gubernativas y sanitarias digan sobre la posibilidad de la reunión de muchas personas en los meses de septiembre y octubre, pues normalmente estas celebraciones sacramentales "suelen congregar muchos fieles".
Respecto a las celebraciones que estaban programadas para los meses de mayo, junio o julio próximos, el Arzobispado defiende la recomendación de aplazarlas, y expresa que "siempre es recomendable la sobriedad en dichas celebraciones, más si cabe en estos momentos de dificultad".
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