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Política

Compromís atribuye suicidios de jóvenes a «las charlas de padres católicos contra la ley de transexualidad»

Movimiento LGTB convoca una concentración de protesta por la llegada del autobús de Hazte Oír

Fran Ferri, en las Cortes, en una imagen de archivo MIKEL PONCE

ABC

El proyecto de Ley Integral del Reconocimiento a la Identidad y la Expresión de Género -la conocida como «ley Trans» - se presentará la próxima semana en las Cortes Valencianas en medio de la polémica generada por el bus de la plataforma Hazte Oír con la campaña que niega la transexualidad bajo el lema «Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen».

Un asunto que el portavoz de Compromís en el parlamento autonómico, Fran Ferri, ha aprovechado para valorar este martes. En su opinión, esta nueva norma es muy importante «visto lo que está ocurriendo en algunos colegios concertados, donde se están produciendo charlas de padres católicos diciendo que la ley quiere acabar con la neutralidad de la sociedad» en la asignación de género.

Además, ha remarcado su utilidad para «acabar con ese bus que está paseándose por España»: «Declaraciones como estas, buses como estos, charlas de los padres y madres católicos en algunos colegios concertados son las que después provocan suicidios de jóvenes que no se sienten felices. Precisamente la ley viene a cambiar esos suicidios debidos a otras personas que no saben respetar su identidad».

Por su parte, el Col·lectiu de Lesbianes, Gais, Transsexuals i Bisexuals (Lambda), ha convocado, junto a las entidades que trabajan con las realidades 'trans' en la Comunidad Valenciana, una concentración «urgente» de protesta ante las Cortes contra la campaña del bus.

Según han informado en un comunicado, es «intolerable» la propagación de mensajes transfóbicos «que incitan claramente el odio y fomentan la discriminación hacia uno de los colectivos más vulnerables de la sociedad, las personas trans, y que en ningún caso pueden ampararse en el derecho a la libertad de expresión».

A su juicio, en esta ocasión, «la agresión es valorada como más grave, por dirigirse específicamente contra los derechos básicos de las niñas y niños trans, puesto que, este mensaje en los autobuses, constituye una agresión directa a la expresa mención de la Constitución de que debe prevalecer el bien de las personas menores».

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