El alcalde socialista de Alicante dimite «en diferido» tras su doble procesamiento por prevaricación

La decisión se ha tomado este viernes en el transcurso de una reunión de la Ejecutiva del PSPV-PSOE presidida por Ximo Puig y a la que ha asistido el propio Echávarri tras cancelar su agenda oficial en Alicante. Se hacía tras varias semanas en las que la situación se ha tornado insostenible por la crisis institucional y que acabó con el propio presidente de la Generalitat enseñándole ayer jueves la puerta de salida .

El alcalde de Alicante ha llegado al encuentro una hora antes y, según fuentes socialistas, se le ha sugerido realizar una propuesta a la ejecutiva antes de que ésta le pidiera abiertamente la renuncia. Con ello, explican, se le daba la posibilidad de controlar los tiempos y de establecer una fórmula para que se produjera una salida «con dignidad» a la que él se había negado hasta el momento.

En ese momento, Echávarri ha trasladado los plazos: se aparta del cargo con el compromiso firmado de que a partir del 9 de abril lo deja definitivamente para dar un período de tiempo en el que «las fuerzas progresistas» lleguen a un acuerdo sobre quién será el próximo primero edil y evitar que se produzca un escenario de ingobernabilidad en la ciudad. Si el PSOE no consigue los apoyos necesarios hasta esa fecha, se iniciaría el proceso de moción de censura , cuya acta ha registrado este viernes el PP ante notario. En el caso de que no se lograra investir a un nuevo alcalde, la vara de mando pasaría a manos del grupo popular al ser la lista más votada.

El alcalde de Alicante ha aceptado gestionar así su marcha con la condición de que este viernes, al salir a comunicarlo públicamente, le apoyara un miembro de la cúpula del PSPV y el discurso fuera único. Lo ha hecho el «número dos», Manolo Mata , aunque previamente Echávarri se ha reunido con Ximo Puig a solas.

Durante la comparecencia, ha explicado que toma esta decisión para «desbloquear un problema político» y que «comience a correr el reloj de la responsabilidad del resto de fuerzas». La situación, ha admitido, «ha trascendido a la propia ciudad» y siempre ha mantenido que «no iba a ser un obstáculo ni para Alicante ni para el partido».

Sobre el motivo de ese cambio, ha afirmado que es «inhumano» lo que está viviendo porque le está afectando «a nivel personal, familiar y de círculo de amigos». Aunque ha remarcado que cada día se levantaba «con la fuerza de la persona que sabe que no ha hecho nada malo», los «disparos» iban hacia él, en alusión tanto a la oposición como a los que formaban parte de su gobierno (Compromís y Guanyar).

Por su parte, el vicesecretario general del PSPV, Manolo Mata, ha subrayado la «generosidad» de Echávarri y ha destacado que «el listón ético de los socialistas está «más alto» que el de ninguno, incidiendo en que las causas judiciales no son de corrupción. «Hay que tener mucho valor, primero para resistir un acoso injusto que implica a las familias, a los amigos, a todo el mundo y, sobre todo, para poner a Alicante en primer lugar», ha comentado.

Mata ha apuntado, no obstante, que «no es bueno estar constantemente aludiendo a una crisis política con pocos concejales gobernando y con fuerzas políticas que parece que han tenido como única voluntad cargarse al alcalde de Alicante». Una de las causas -que la gestión haya quedado eclipsada - que ha propiciado que Puig tuviera que mover fija de forma urgente. «Enhorabuena a los premiados, lo han conseguido, el tiempo pondrá a cada uno en su sitio», ha zanjado Mata.

En su intervención también ha hecho un llamamiento específico a Ciudadanos para que evite que el PP vuelva a la alcaldía, ya que sus apoyos decantarían el resultado . Por ello, les ha reclamado que no se su abstengan en la votación.

Para que Eva Montesinos fuera nueva alcaldesa, necesitaría 15 apoyos. Aunque contaran con los del PSOE (6 concejales), Guanyar (5) y Compromís (3), no llegarían a la mayoría absoluta. Para ello, les haría falta el voto de Ciudadanos o el de los no adscritos: la exconcejal de Guanyar Nerea Belmonte y el exedil de Cs Fernando Sepulcre. Los socialistas, sin embargo, no quieren depender de estos dos últimos y por ello apelan a la formación naranja.

Desde Ciudadanos, sin embargo, no dejan nada claro. Tras calificar la renuncia como una «tomadura de pelo», la portavoz municipal, Yaneth Giraldo, ha asegurado que su partido se encuentra «dispuesto a hablar» con el resto de formaciones cuando «sea realmente efectiva esa dimisión » y no antes.

Fuentes de la formación no aventuran todavía cuál será su posición, pero destacan que no se fían de que esa marcha acabe produciéndose y que el problema ha sido generado únicamente por los socialistas. «No nos pueden recriminar una abstención, la culpa es suya», inciden. A lo que añaden de forma contundente que «a fecha de hoy» no apoyarán al PSOE al considerar que votar la investidura de Eva Montesinos supondría facilitar el relevo de Echávarri y dejar que gobernara su persona de mayor confianza sin que ello suponga un cambio real. En este sentido, se preguntan por qué ha de ser ella y no otro concejal como Carlos Giménez -a quien consideran más «centrado y de consenso»- la persona que se proponga para la alcaldía.

Una posibilidad que entre filas socialistas no se quiere estudiar por el momento puesto que su candidata es Montesinos, aunque dejan siempre la puerta abierta a diálogo.

Después de conocer la renuncia, el portavoz de Compromís en el ayuntamiento de Alicante, Natxo Bellido , ha considerado que ésta llega «muy tarde» y ha sostenido que su grupo ayudará a la investidura de un nuevo alcalde o alcaldesa progresista. Por su parte, el portavoz de Guanyar Alacant, Miguel Ángel Pavón , ha tachado de «burla» la dimisión y a Echávarri de «cadáver político».

El alcalde de Alicante se encuentra procesado en dos causas judiciales, la última de ellas, de este mismo martes. La primera por el presunto fraccionamiento de contratos en la Concejalía de Comercio, que él mismo dirigió, y la segunda por el despido de la cuñada del portavoz del PP en el Ayuntamiento de Alicante, Luis Barcala , en supuesta represalia precisamente por la denuncia de los 'populares' de la primera causa.