El madridista Ximo Puig recurre al tópico del Bernabéu

El presidente de la Generalitat Valenciana iba pertrechado con 62 páginas de discurso escrito con referencias a Ortega y Gasset, Pasqual Maragall o Paul Gollier y múltiples datos estadísticos con los que pretendía argumentar sus propuestas para una reforma fiscal que acabe por gravar las rentas más altas que tributan en Madrid para que la capital de España «reparta entre todos su plus de riqueza» , para que las sede de organismos estatales se traslade a otras ciudades y para que la celebración de la Fiesta Nacional del 12 de octubre se celebre cada año en un lugar distinto.

El presidente de la Generalitat no ha practicado, sin embargo, con el ejemplo. De hecho, desde que asumió el cargo en 2015, la celebración oficial del 9 d'Octubre , día de la Comunidad Valenciana, ha tenido lugar todos los años en la ciudad de Valencia .

Durante su mandato, el único gesto descentralizador de cierto calado ha sido el traslado a Alicante de la Conselleria de Universidades. En Castellón de la Plana continúan esperando.

Ximo Puig , que lamenta el tópico del «Levante feliz» con el que se ha identificado durante años a la Comunidad Valenciana, ha recurrido al cliché cuando en el turno de preguntas se le ha cuestionado sobre si no estaba cargando en exceso las tintas contra la Comunidad de Madrid, a la que ha acusado de «competencia desleal», de practicar «dumping fiscal» y de acomter una suerte de «procés invisible»: «No me van a dejar entrar el Bernabéu».

Con el estadio de su equipo en obras y con las restricciones por la pandemia en vigor, Ximo Puig deberá aguardar todavía un tiempo para acceder al campo de la calle Concha Espina, conforme le ha recordado el presentador del acto.