Elecciones catalanas
Los comunes caen a su mínimo autonómico, pero son llave para un acuerdo de izquierdas
Los de Albiach se dejan dos escaños respecto a 2021 tras su abrazo a Sumar
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La moneda giraba en el aire. Comuns Sumar vivió con un nerviosismo extremo el avance del escrutinio. La cara, la posibilidad de formar parte del próximo Gobierno catalán. La cruz, la pérdida de influencia además de la constatada bajada en escaños. Curiosamente, con seis ... diputados autonómicos asentados desde prácticamente el inicio del recuento, el jarro de agua fría para los comunes llegó cuando al alcanzarse el noventa por ciento el PSC perdió un diputado regional en favor del PP. En ese momento, por solo un escaño, el hipotético tripartito de PSC, ERC y comunes se quedaba a las puertas de la mayoría. Pero superado el 95 por ciento, el escenario volvió a girar y los socialistas le ganaban un escaño a Junts. De la cara a la cruz, y de la cruz a la cara.
El objetivo de la candidatura de Jéssica Albiach, en un territorio donde Podemos renunció a presentarse por la alianza de Sumar con los comunes, marca muy asentada en Cataluña, era ser decisivo para influir -e incluso formar parte de él- en un Ejecutivo que cambiase el eje nacional para pivotar hacia políticas de izquierdas, marcadamente sociales. El tripartito parece, eso sí, descartado, tras anunciar este domingo Pere Aragonès (ERC) el paso de su formación a la oposición.
El tránsito de En Comú Podem a Comuns Sumar, en un espacio que acumula malos resultados -al retroceso nacional desde 2019 se suma su extraparlamentarismo en Galicia, cuna de Díaz, y su obtención de un solo escaño en el País Vasco-, se tradujo en un ligero descenso de ocho diputados autonómicos a seis. Se deja por el camino algo más de un punto porcentual y, al 98 por ciento escrutado, algo más de 14.000 votos. «Esperábamos tener más fuerza», reconoció Albiach, aunque celebró que son «imprescindibles» para una suma de izquierdas.
Ahora habrá que ver cómo evolucionan las negociaciones entre el PSC, ERC y los comunes porque fueron estos últimos, precisamente, los que provocaron el adelanto electoral al votar en contra de los presupuestos que llevó al Parlament el presidente de la Generalitat de Cataluña.
Aunque lo ajustado del resultado todavía puede dar algún susto con el voto exterior y complicar aún más la gobernabilidad, el hecho de que sea clave la candidatura apoyada por Díaz, que acompañó a Albiach en el cierre de campaña y participó en otros dos mítines, le da un balón de oxígeno a nivel nacional, tras varios reveses consecutivos que han amenazado la viabilidad del proyecto. Las europeas serán sin duda un test mejor sobre la salud de Sumar, pero desde luego este domingo la vicepresidenta segunda del Gobierno tenía motivos para sonreír. Tras largo rato en el aire, salió cara.
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