Defensa
Submarino S-80: claves del proyecto estrella de la Armada que sufre un nuevo retraso
Una vez se supere la última demora, este sumergible está llamado a dotar de nuevas capacidades a la Marina, como minimizar su detección o disponibilidad para atacar objetivos terrestres
Puesta a flote del submarino S-81 en los astilleros de Navantia en Cartagena
El submarino S80 o clase 'Isaac Peral' de la Armada ha vuelto a sufrir un contratiempo, tal y como señaló la ministra de Defensa, Margarita Robles, en su visita al astillero de Navantia en Cartagena donde informó de «problemas técnicos» para retrasar de ... nuevo la entrega definitiva y entrada en servicio del S-81, cuya última fecha estaba prevista para esta primavera.
Este es el proyecto industrial estrella para la Armada en estos momentos. Sobre todo, por la necesidad acuciante que tiene para que estos nuevos sumergibles estén plenamente operativos y 'jubilar' de una vez a los dos submarinos de la clase S-70 que aún mantiene operativos.
Este programa ya sufrió cuatro contratiempos en el pasado por su diseño y la desviación del peso: en julio de 2018 el Gobierno tuvo que aprobar un sobrecoste de 1.771 millones que se sumaba a los 2.135 millones iniciales.
El submarino, en su fase de construcción
El último gran hito del submarino de la clase 'Isaac Peral' fue su botadura en abril de 2021. Estos últimos meses ha venido realizando, con grandes medidas de secretismo, pruebas de mar que, por ahora, no han dado resultado.
De todos modos, fuentes militares aseguran a ABC que este tipo de contratiempos son frecuentes en programas con tal desarrollo tecnológico, y que la puesta a punto del S-81 es una realidad y que no hay motivos para el nerviosismo: «Estamos en los momentos decisivos. La puesta a punto del submarino es todo un desafío tecnológico. Son retrasos que entran dentro de la normalidad para un proyecto de esta magnitud y, sobre todo, en esta fase de pruebas».
He aquí las claves fundamentales de este submarino que, una vez que esté operativo está llamado a ofrecer un salto cualitativo a la Armada:
1. ¿Qué características tiene?
El S-80, de casi 3.000 toneladas de desplazamiento en inmersión y más de 80 metros de eslora, contará con una dotación muy reducida de tan solo 40 personas, frente a las 69 del S-70. Además de lo anterior, entre sus novedades destacan la posibilidad de lanzamiento de misiles antibuque y de ataque selectivo a objetivos en tierra y su gran discreción, principal virtud del submarino por su contribución directa a la disuasión.
Discreción, que consigue al haber sido diseñado y construido para tener una firma acústica súper reducida y una gran autonomía, que le permitirá alcanzar teatros de operaciones lejanos con un coeficiente de indiscreción muy bajo.
2. Un submarino con AIP (Sistema de Propulsión Anaerobia)
Aunque los dos primeros submarinos que salgan del astillero de Cartagena no tendrán el Sistema de Propulsión Anaerobia (AIP), que se introducirá en su primera parada técnica, este sistema AIP es una de las claves del nuevo sumergible español que le permitirá recargar las baterías sin tener que salir al exterior.
El sistema AIP es clave porque los actuales submarinos convencionales (no nucleares, claro) requieren realizar operaciones de snorkel diarias para recargar sus baterías con motores diésel, lo que les hace vulnerables a la detección y ataque.
El Sistema AIP minimizará esta indiscreción al recargar las baterías del submarino en inmersión con una pila de combustible, que emplea hidrógeno producido mediante procesado de bioetanol y oxígeno para generar energía eléctrica, permitiendo navegar al submarino semanas sin salir a superficie.
Transparencia de la Armada sobre el S-80
3. Detalles del sistema de combate
El futuro submarino S-80 será el primero de la Armada con disponibilidad para atacar objetivos terrestres ya que irá provisto con misiles «sub-harpoon UGM-84» antibuque y con cierta capacidad de ataque a tierra. Esta posibilidad no la tenían los actuales submarinos en servicio de la serie S-70.
El submarino S-80 estará dotado de siete mástiles: optrónico, multifunción, de comunicaciones, guerra electrónica ESM («electronic support mesures»), radar, de inducción y periscopio de ataque.
Junto a los misiles «sub-harpoon UGM-84», otra de las novedades es que se integrarán, por primera vez , todos sus sensores y armas. En ello trabajan ya Navantia y la empresa estadounidense Lockheed Martin.
Es decir, hasta ahora un submarino de la clase S-70 -cuya construcción data de la década de los 80- tenía diferentes consolas a bordo para cada sistema (sonar, torpedos, visión del periscopio…). Ahora, en una sola consola se aglutinará toda la disponibilidad de la información así como la ejecución de decisiones. El submarino S-80 tendrá siete consolas multifuncionales.
«El núcleo del sistema de combate lo conforma el ICSC (Integrated Combat System Core) que permite el intercambio de información entre las siete consolas multifunción (MFCC) que permiten elaborar la situación táctica, planificar los ataques y responder a las amenazas además de la navegación», informan fuentes de la Armada Española.
Así, el sistema de combate de S-80 se constituye en un conjunto integrado de sensores, procesadores, estaciones de trabajo y armas que permiten cumplir las siguientes misiones: 1. proyección del poder naval sobre tierra; 2. guerra naval especial; 3. reconocimiento, vigilancia e inteligencia (SIR, IW); 4. disuasión; 5. guerra antisubmarina y antisuperficie; 6. minado; y 7. protección de una fuerza naval.
Otra de las novedades del submarino S-80 será su periscopio optrónico que dispondrá de las siguientes capacidades: medios ópticos visual e IR (reconocimiento e inteligencia), telemetría láser, control remoto, generación de marcas para navegación y punteo de contactos y señalización IR.
Las armas del S-80 serán:
– el torpedo alemán DM2 A4
– el misil sub-harpoon UGM-84 antibuque y con cierta capacidad de ataque a tierra.
– TLAM misil (esta es la capacidad para añadir los misiles Tomahawk)
– mina (MINEA).
En cuanto a los sensores acústicos, el S-80 dispondrá de:
– sonar cilíndrico (CAS).
– sonar de flanco (FAS).
– sonar remolcado (TAS).
– sonar de detección de obstáculos (MODS).
– interceptador (AIA).
– telémetro acústico (PRS)
– medidor de ruidos propios (ONMS)
Consolas de control, en un simulador de Indra del que dispone ya la Armada
4. ¿Cuáles han sido los contratiempos?
- Primer retraso (noviembre 2005): como consecuencia de la Revisión de Proyecto Preliminar (RPP) celebrada en noviembre de 2005.
- Segundo retraso (octubre 2008): como consecuencia del retraso en la consecución de determinados hitos debido a dificultades surgidas durante el proceso constructivo de las secciones resistentes del submarino, se produce un nuevo cambio en la fecha de entrega de la primera unidad, S-81, pasando de Febrero de 2013 a Diciembre de 2013.
- Tercer retraso (julio 2010): durante el desarrollo y la construcción de los submarinos, se producen nuevos retrasos, que son puestos de manifiesto en la auditoría realizada para Navantia, por la firma de la DNV (Det Norske Veritas) en julio de 2010, lo que provoca una nueva planificación detallada de las unidades S-80.
El 25 de marzo de 2011, el Almirante Jefe del Apoyo Logístico de la Armada acuerda, mediante carta dirigida al presidente de Navantia, la modificación de la fecha de entrega de las unidades S-80, de acuerdo a la propuesta realizada por Navantia (fijando la entrega del primer buque en marzo de 2015 y de la última unidad en mayo 2019».
- Cuarto retraso. Desviación de Pesos y Rediseño del Submarino (S-81+) (2013-2016): En diciembre de 2012, se detecta por parte de Navantia un desvío de pesos en el submarino de 125 toneladas, siendo necesario acometer un nuevo rediseño del mismo, con un incremento en la eslora en 10 metros.
- Ahora la ministra Robles ha informado de un nuevo retraso por problemas «desde el punto de vista técnico», sin precisar el motivo.
5. ¿Cuál era el último calendario de entrega?
Hace dos años el programa prevía entregar el S-81 a la Armada para finales de 2022, estando operativo en el segundo semestre de 2023. Algo que, con toda probabilidad, se retrasará. Ya la última fecha de entrega era primavera de 2023, lo que tampoco se cumplirá. Las otras tres unidades se entregarían cada dos años, empezando por el S-82.
El S-81, previo a su botadura, en el astillero de Navantia en Cartagena
6. En qué consiste la instrucción de la nueva dotación
La formación de la dotación del S-81 es responsabilidad de Navantia, en coordinación con el personal de la Armada perteneciente al Grupo de Submarinos de la Inspección de Construcciones del Arsenal de Cartagena. Se trata de una formación eminentemente práctica que incluye el mantenimiento y la operación de equipos y sistemas, que ya empezó el año pasado, y el manejo de la plataforma, con la utilización intensiva de los Simuladores de Plataforma (Simpla) y Táctico (Simtac) y de los Adiestradores Basados en Ordenador (CBT por sus siglas en inglés).
Estos simuladores «estado del arte» constituyen una pieza clave para la Flotilla de Submarinos y por ello se considera el quinto submarino. De su utilización intensiva depende en gran parte la seguridad del submarino y por ello todas las dotaciones pasarán muchas horas de entrenamiento en ellos, practicando los procedimientos operativos y la resolución de todo tipo de averías y emergencias.
Sin embargo, en adelante, la formación de las dotaciones del S-82 será responsabilidad de la Escuela de Submarinos. Para ello su personal docente está asistiendo, junto con la dotación de quilla del S-81, a todos los cursos impartidos por Navantia y resto de empresas suministradoras de equipos y sistemas. Es lo que llamamos «formación de formadores».
*Para facilitar cualquier información adicional sobre el submarino: evillarejo@abc.es