Ciudadanos entra en economía de máximo ahorro tras el descalabro del 28M

La formación ha prescindido de su sede central en la madrileña calle Alcalá, de cinco plantas y con un coste superior a los 40.000 euros mensuales, y se mudará a un piso de 350 metros cuadrados en la calle Príncipe de Vergara, cerca de la estación de Avenida de América, pagando un alquiler de unos 10.000 euros al mes, como adelantó ABC.

También han comenzado los despidos. En marzo, la nueva dirección avanzó un recorte del 40% de su plantilla, pero ya va por el 50%. Las dos últimas semanas, según trasladaron fuentes internas, se despidió a 25 de 50 trabajadores.

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El año arrancó con un presupuesto anual para el partido en España de 4,9 millones de ingresos, casi tres menos que el ejercicio anterior (7,8 millones) teniendo en cuenta el descenso de representación institucional, la caída de afiliados y el gasto en campañas. En dichas cuentas se esperaba tener unos ingresos de 4.921.460 euros y unos gastos de 4.918.080 euros. El margen entre ambos quedaba en 3.380 euros. Los mayores gastos previstos eran precisamente los de personal (dos millones), 900.000 euros para sedes y otro tanto para proveedores. De ahí que no extrañe que sean los primeros donde ha habido ajustes.

En cuanto a los ingresos, la mayor fuente reflejada en los presupuestos manejados a principios de año eran las subvenciones (2.967.960 euros) y las aportaciones de grupos institucionales (1.250.000), seguidas de las cuotas de afiliados (400.000).

Este diario consultó a fuentes de la dirección si modificarán su previsión económica y en qué partidas después del descalabro de las elecciones autonómicas y municipales. Éstas no vieron procedente «que los medios hagan una autopsia de la situación y menos de una cuestión económica que no le interesa a nadie».

La situación en España choca con la de Bruselas, donde el partido todavía tiene la fuerza que adquirió en las elecciones europeas de 2019 y donde volcarán los esfuerzos de cara a las del próximo año. Los siete eurodiputados naranjas, que forman parte del grupo de los liberales Renew Europe, tienen un presupuesto anual de 2,2 millones para sostener a una plantilla de una treintena de asistentes. A esto se suma el sueldo anual con el que cuenta cada europarlamentario -como el resto de representantes de otros partidos- cercano a los 8.000 euros mensuales, al que hay que añadir dietas y presupuesto para desplazamientos.

Concretamente, la asignación para cada eurodiputado por su desempeño, con cargo al presupuesto del Parlamento Europeo, asciende a 7.646 euros al mes -el 38,5% del sueldo de un juez del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE)- más una dieta diaria de 338 euros si acreditan haber participado en actividades oficiales en Bruselas o Estrasburgo.

Adicionalmente, disponen de 4.778 euros mensuales para gastos de actividades parlamentarias como alquiler y administración de oficinas, teléfono, representación, mantenimiento de equipos informáticos y organización de conferencias que se reduce un 50% si faltan de manera injustificada a más de la mitad de las sesiones de un año parlamentario.

Allí, Adrián Vázquez -también secretario general de CS en España-, Jordi Cañas, José Ramón Bauzá, Maite Pagazaurtundúa, Soraya Rodríguez, Eva Poptcheva y Susana Solís disponen de un presupuesto máximo mensual de 26.734 euros cada uno para costear a su equipo de asesores. Más de 320.000 euros al año por representante y su respectivo equipo que suman los 2,2 millones anuales a disposición del grupo mencionados.

La Eurocámara no paga estos fondos directamente al partido, sino que corren a cargo de la administración del Parlamento comunitario. Los diputados pueden contratar a un máximo de tres asistentes -cuatro en algunos casos, como es el de Vázquez- en Bruselas; un equipo de asistentes locales en su país y destinar una cuarta parte del presupuesto a servicios de entidades externas. La suma de todas las partidas que el Parlamento Europeo pone a disposición de los representantes de Ciudadanos supera los tres millones de euros. Entre los asistentes en Bruselas y los que trabajan desde España, los siete parlamentarios tienen desplegado a un equipo de 33 profesionales.