ERC sugiere que Quim Torra se someta a una cuestión de confianza y acerca el adelanto electoral

En estos momentos, y con Puigdemont y otro diputado de ERC suspendidos, la exigua mayoría de Torra depende del apoyo de la CUP, formación con la que el Govern no puede contar ya que los antisistema reprochan al ejecutivo catalán su vuelta al «autonomismo». De hecho, la CUP ha explicado de forma reiterada que para apoyar las cuentas del 2020 el quipo de Torra debería trazar y agendar una agenda «realmente rupturista».

Con su propuesta los republicanos ofrecen, de facto, una reprobación a Quim Torra que podría precipitar la caída del Govern. No obstante, Bargalló ha resaltado que «todo gobierno tiene la obligación de acabar la legislatura». Por otra parte, ha resaltado que otra prórroga presupuestaria sería «insostenible».

En 2016, Carles Puigdemont se sometió a una moción de este tipo tras ver como se complicaba la aprobación de las cuentas que presentó. Finalmente, aprovechó la moción para proponer un referéndum de carácter unilateral a la CUP, que acabó salvando su cargo, respaldando la moción y las cuentas autonómicas. En esta ocasión, no es el presidente quien ofrece su cargo y lo liga a los presupuestos sino que es un miembro de su gobierno que, para más inri, no es miembro de su partido.

La consejera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha desmentido este viernes al titular de Educación, Josep Bargalló, y ha aseverado que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, no tiene ninguna voluntad de someterse a una cuestión de confianza. «Tanto la convocatoria de elecciones o cualquier voluntad de someterse a una cuestión de confianza le corresponde al president y no ha manifestado ninguna voluntad -en este sentido-, porque confiamos en aprobar los presupuestos», ha afirmado en declaraciones a la prensa.