La Generalitat dejará a Oriol Pujol salir de la cárcel a diario pese a que una juez revocó su tercer grado

Oriol Pujol ingresó en prisión el 17 de enero tras ser condenado a dos años y medio de cárcel por cobrar comisiones ilegales a cambio de mediar a favor de un empresario amigo del sector de las ITV. Apenas dos meses después la Generalitat lo clasificó en tercer grado, con el que el político solo tenía que ir a la prisión a dormir de lunes a viernes, sin tener que pisar la cárcel los fines de semana. Así fue hasta que el 23 de mayo la juez de vigilancia penitencia, tras aceptar un recurso del fiscal, anuló ese tercer grado .

Aunque la juez reconocía circunstancias favorables en el expediente de Oriol Pujol, veía desproporcionado el tercer grado tras solo dos meses encarcelado. El «escaso tiempo de observación del interno» era «a todas luces insuficiente» para poder diseñar el tratamiento más apropiado, razonaba la juez en su auto.

La magistrada admitía que había aspectos favorables en su conducta pero no podían ser «determinantes» para darle ya la semilibertad. Y es que, en un razonamiento muy técnico, el auto concluía que «de los informes aportados no se observa que se haya podido producir durante el escaso periodo de ingreso cambio alguno en los déficit tratamentales determinantes en su comportamiento delictivo». Es verdad –añadía– que el político siguió de forma voluntaria un programa de moral y valores con «buena predisposición» . Pero no era suficiente porque llevaba poco tiempo cursándolo, y porque no había logrado aún un «efecto reeducador» en relación a su conducta criminal, basada en «la codicia». Pese a ello, puntualizaba que, aunque estas circunstancias positivas de su expediente no tenían entidad para dejarlo ya en semilibertad, sí podrían tenerse en cuenta para poner en marcha otros mecanismos que favorecieran su inserción social, familiar y laboral.

Y es en base a estas consideraciones que ahora, la Generalitat, ha decidido flexibilizar la estancia de Pujol en la cárcel. Tomando los aspectos positivos que la juez reconocía, la Generalitat ha buscado alternativas al tercer grado para que el peso continúe «con el proceso de inserción social familiar iniciado». La juez resaltaba la especial relevancia de su conducta delictiva, por causar «gran descrédito» a las instituciones .