Barcelona repondrá la alusión a Samaranch de la escultura olímpica

La restitución de la inscripción fue una de las protagonistas de la comisión de Presidencia, Derechos de la ciudadanía, Participación y Seguridad y Prevención del Ayuntamiento. El PP presentó una propuesta para recuperar la inscripción y la medida quedó aprobada con los votos favorables de CiU y C’s, así como del PSC –socio de gobierno de Colau–, cuyos ediles, a diferencia de sus compañeros de BComú, hicieron una acérrima defensa del legado de Samaranch.

El reconocimiento «no es a su pasado franquista, sino al trabajo que hizo para convertir a Barcelona en sede de los Juegos Olímpicos», reiteró la concejal socialista Carmen Andrés, que alabó que el acontecimiento de 1992 logró que muchos ciudadanos y políticos «traspasaran barreras ideológicas y se unieran por un proyecto».

El líder de PP en Barcelona, Alberto Fernández, reprochó al consistorio que decidirera borrar el nombre de Samaranch de forma unilateral y lamentó que este gesto demuestra al gobierno de Colau «que hace falta más diálogo y otras formas» . En una línea similar, el concejal de C’s Paco Sierra denunció que BComú intenta «reescribir y prostituir la historia sin consultar a nadie». CiU, que en el próximo pleno presentará una declaración institucional para conmemorar la elección de Barcelona como sede olímpica y reconocer el liderazgo de Maragall y Samarach en el éxito del acontecimiento, también criticó que el gobierno «ha hecho algo absurdo».

En sentido contrario se mostraron los concejales de ERC, la CUP y BComú, que criticaron duramente a Samaranch . El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, se mostró dispuesto a que se restaure la inscripción de la escultura y apuntó a la posibilidad de que el monumento se traslade al Museo Olímpico del Deporte, una opción que tampoco gustó a la oposición. «La escultura está bien donde está», sentenció Fernández.

En la comisión de Presidencia, todos los grupos de la oposición votaron en contra de la aprobación inicial de Plan de Actuación Municipal (PAM) 2016-2019 que propuso el equipo de Colau. Con la votación frustrada, CiU, C’s, ERC, PP y la CUP pusieron en evidencia el gobierno en minoría de Colau. Además, las formaciones coincidieron en criticar que no se haya buscado la implicación en el plan y el retraso en la presentación de esta hoja de ruta, que tras un año y medio de mandato todavía no está aprobado. Desde el gobierno, lamentaron que es «muy difícil» aprobar un PAM porque hay un problema de «voluntades políticas».