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Miquel Porta Perales - El oasis catalán

Victimismo

Es cierto que el Estado ha incumplido algunas de sus promesas. Y que no sabemos si cumplirá lo prometido. Pero, ¿a qué viene el victimismo anticipado?

Al nacionalismo catalán, el mundo no le escucha. Por eso -realidad obliga-, la política de agitación y propaganda del independentismo se reduce al frente interior. Aunque, para ello, tenga que viajar a Nueva York. Me explico. Si Carles Puigdemont se da un garbeo por Manhattan ... es para que la noticia llegue a Cataluña. ¿El eco en Estados Unidos? Tiende a cero. ¿El eco en España? Negativo. ¿Cómo es posible que el presidente equipare las democracias turca y española? ¿Cómo es posible que el presidente -¡en Harvard!- equipare el «proceso» con la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos? Conténgase, presidente. ¿El eco en Cataluña? Suma cero. Ni un solo independentista más. La propaganda independista tiene su efecto boomerang. Y la grosera tergiversación de los documentos de la Comisión de Venecia y de la Fundación Konrad Adenauer -el independentismo como maestro de la manipulación textual- tampoco ayuda.

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