El Palau Güell brilla de nuevo (tras siete años cerrado)
El arquitecto Antoni González subraya que «es el legado de Gaudí más genuino y auténtico»
MARÍA GÜELL
En 1985 la UNESCO declaró el Palau Güell patrimonio de la humanidad, distinción que despertó a la Diputación —propietaria del inmueble desde 1945— y la llevó a crear una comisión para plantearse su conservación. Mucho ha llovido desde entonces para un edificio cuya pusta a ... punto ha sido continua.
La entrada estará limitada a 185 personas simultáneas
La última gran restauración, sin embargo, ha durado siete largos años durante los cuales se ha privado al turista que visitaba Barcelona de sumar esta joya de la arquitectura a su ruta gaudiniana. Pues bien: ya no tenemos que lamentarnos porque a partir del próximo 25 de mayo, el Palacio Güell vuelve a abrirse al público.
El arquitecto Antoni González, responsable de dirigr las obras, subraya que «es el legado de Gaudí más genuino y más auténtico». El recorrido empieza por las fantásticas caballerizas, «la única construcción que dejó con ladrillo a la vista».
El visitante no puede dejar de levantar la mirada durante toda la visita porque los techos de todo el edificio son verdaderas maravillas, en especial el del salón principal, que culmina con una cúpula por la que cuela luz natural, y el de la sala de visitas de la planta noble.
Aún así, tras descubrir cada una de las estancias todavía queda la gran sorpresa, el terrado, donde lucen las v einte chimeneas diferentes que dibujó Gaudí presididas por la gran linterna.
La Diputación de Barcelona ha invertido en las obras realizadas en estos siete años cerca de 9 millones de euros. Se han renovado las instalaciones de emergencia, climatización, acústica y especialmente la iluminación para que luzcan los materiales nobles con los que se construyó.
Las medidas de seguridad mandan y las visitas que se realizarán a partir del 25 de mayo (diez euros la entrada normal) tendrán una limitación de 185 personas simultáneas . «Esta cifra no es un capricho sino las consecuencias de que es un palacio pero con una movilidad muy reducida y escasas salidas de emergencias —concreta González—. Lo podrán visitar 800 turistas al día. Tenemos que pensar que su acceso reducido se parece mucho al de la Casa de Nerón de Roma».
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