El Museo Picasso de Barcelona ahonda en la época azul y explora los archivos de Brigitte Baer y Lucien Clergue

«Es el momento en el que Picasso empieza a ser un gran pintor», destaca el director del museo barcelonés, Emmanuel Guigon, para presentar una exposición en la que se darán a conocer investigaciones inéditas alrededor de obras como 'Jaume Sabartés con quevedos' y 'Naturaleza muerta' y que servirá también para presentar 'El ciego', dibujo que Picasso realizó en 1903 y unas de las últimas adquisiciones del museo.

Los archivos del museo serán doblemente protagonistas con sendas exposiciones en las que Picasso pasará a ser, por decirlo de alguna manera, actor secundario. De este modo, en junio llegará una muestra sobre Brigitte Baer, autora del catálogo razonado de los grabados del artista. La exposición, apunta la comisaría Sílvia Domènech, propone una viaje por la biografía personal y profesional de Baer a partir de su trabajo de catalogación.

El mismo espíritu comparte 'Lucien Clergue. Encuentros con Picasso', retrato de la relación entre el fotógrafo francés y el artista malagueño a través de más de 600 fotografías. «Hace años ya hicimos una exposición desde la noción del archivo; ahora se dará protagonismo a la fotografía y al fotógrafo», destaca Guigon.

Una intervención en las salas del museo a cargo del camerunés Barthélémy Toguo completa el programa regular de un centro que empezará a asomarse al 50 aniversario de la muerte de Picasso con la primera gran exposición que se le dedica a Daniel-Henry Kahnweiler, galerista y marchante pionero del cubismo. «No es una exposición, es un monumento», matiza Guigon sobre una muestra que reunirá obras de Picasso, George Braque, André Derain, Maurice de Vlaminck, Juan Gris, Manolo Hugué y Josep de Togores, entre otros, para resaltar la importancia del galerista en el mundo del arte internacional y explorar la destacada vinculación que mantuvo con Barcelona. Él fue, por ejemplo, uno de los grandes artífices de la gran exposición de 1960 gracias a su buena relación con las salas Parés y Gaspar.

Aún lejos de las cifras prepandémicas, cuando pasaban por el museo hasta un millón de visitantes anuales, el museo observa una tendencia al alza y confía en que la recuperación de la movilidad comporten también la normalización de las visitas. El año pasado, según datos del museo, pasaron por el centro de la calle Montcada cerca de 300.000 personas.