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José García Domínguez - Punto de Fuga

El luto de Peter Pan

El Che, a diferencia de Fidel, murió joven mientras andaba creando al hombre nuevo en un monte de Bolivia

La culpa, faltaría más, es del bloqueo. Pero si no fuese del bloqueo, la culpa sería de los Castro. Y si no fuera de los Castro, la culpa sería del partido. Y si no fuera del partido, la culpa sería de Stalin. Y si no ... fuera de Stalin, la culpa sería de la momia de Lenin. Y si no fuera de la momia de Lenin, la culpa sería de las condiciones objetivas. Pero nunca de la Idea. En 1959, el número estimado de prostitutas en La Habana era de en torno a unas once mil; hoy, por vergüenza, nadie quiere repetir el cálculo. ¿Desde cuándo, sin embargo, los hechos, los simples y prosaicos hechos, pueden enturbiar la limpieza inmaculada de la Idea? ¿Y a quién importa, por cierto, la realidad? A Peter Pan, desde luego, no. Porque el mundo de Peter Pan es otro: el verdadero, el puro, el de las intenciones ¿O debería Peter rebajarse ante esos absurdos adultos que pretenden utilizar la razón para juzgar algo tan elevado como la Idea?

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