Edicions 62, cincuenta años a fondo

De los números a la Historia. En 1964, se incorpora a la editorial Josep Maria Castellet. “Queríamos desprovincializar la cultura catalana, hacerla cosmopolita y normalizar socialmente la lengua”. Dos colecciones ilustran ese propósito: “Les cent millors obres de la literatura catalana” y “Les millors obres de la literatura universal”. El año 62 coincidía con el reformismo de Fraga y una burguesía decidida a invertir en empresas culturales catalanas. “Si las historias no se explican con anécdotas, no sirven para nada”, añade Castellet.

Y de las anécdotas nos lleva a la categoría en sus “Memòries confidencials d’un editor”, recuerdos filtrados con ironía para que el aniversario vaya más allá de la celebración y sedimente información para la crónica editorial: “Visité a los herederos de Miquel Llor para reeditar su ‘Laura a la ciutat dels sants’… Luego vinieron a verme para devolver el dinero que creían que les habíamos pagado de más: decían que su tío nunca había vendido más de tres mil ejemplares y el importe por derechos de autor equivalía a diez veces esa cantidad”.

A las lecturas escolares debe su primacía el best-seller de 62: “Mecanoscrit del segon origen” de Pedrolo, un millón de ejemplares. Le sigue “Aloma” de Rodoreda con más de trescientos mil, más pedrolos, las “Cròniques de la veritat oculta” de Pere Calders y los clásicos Santiago Rusiñol, Narcís Oller y Àngel Guimerà. Cincuenta años después de su fundación, el grupo 62 agrupa los sellos Proa, Empúries, Columna, Península, El Aleph, Luciérnaga, Salsa Books y las colecciones catalanas de Destino, con la Obra Completa de Josep Pla de nave capitana. El catálogo editado con motivo del cincuentenario constituye la auténtica biografía “a fondo” de Edicions 62.