Dirigentes del PSC se plantean dejar la ejecutiva en rechazo a Navarro

Ante esa cerrazón, varios dirigentes se plantean abandonar la ejecutiva, previo período de reflexión. Reproches, por tanto, generalizados que expresaron, entre otros, Laia Bonet, Jordi Martí, Fabián Mohedano, Rocío Martínez-Sampere o Joan Ignasi Elena, miembros todos ellos de la actual ejecutiva socialista. Pere Navarro no se dio por aludido. «En esta campaña me he pasado más tiempo contestando a los críticos que explicando el programa electoral», contestó airadamente el primer secreario de los socialistas catalanes.

La intervención de Bonet fue especialmente dura pues, entre otras afirmaciones, la ex secretaria del Govern durante el mandato de José Montilla dijo que «cuando un partido no puede cumplir ni tan solo lo que escribe o proclama, difícilmente puede esperar la confianza de la ciudadanía», en alusión a las promesas de diálogo y transparencia que hace un año hizo Navarro al asumir el liderazgo de un PSC renovado. Bonet cuestionó si las decisiones que se tomaron en el congreso del partido fueron suficientes para abordar «los retos que tenemos», pues «el balance de este año parece indicar que ésta no es la fórmula para la renovación del partido». La dirigente socialista reclamó «más cambios, más profundos y más valientes» en la formación.

Joan Ignasi Elena defendió, tal como hizo días atrás, la celebración de un congreso extraordinario -que secundan otras agrupaciones de Barcelona- para volver a empezar y «tapar hemorragias» pues, según recordó, «en 1999, Pasqual Maragall obtenía 52 diputados. Ahora estamos en 20 escaños y poco más del 14% de los votos». El líder del movimiento «Avancem!» dijo que «ahora necesitamos proyectos compartidos, claros, sin ‘ziga-zagues’. Un proyecto claro, nítidamente de izquierdas, con el derecho a decidir como punto de encuentro de toda la izquierda y el radicalismo democrático que la sociedad reclama. Y conscientes de que nuestra situación ya no es la misma que la de la anterior legislatura. Con actitudes creibles, abiertas, coherentes, que sumen y no resten. Y deliberaciones más colectivas».

Uno de los puntos de fricción en la familia socialista ha sido la designación unilateral, por parte de la cúpula del PSC, de la composición del nuevo grupo parlamentario. Algo de lo que «nos hemos enterado por la prensa», dijo Elena, pues «no se ha puesto en conocimiento ni de la ejecutiva ni de la secretaría. No me ha gustado este episodio. Nada».

La propuesta de Navarro de constituir un gobierno de concentración nacional en el que Artur Mas no tendría por qué ser necesariamente su presidente, así como su predisposición a negociar con el presidente español Mariano Rajoy una reforma de la Constitución que abra la puerta a las tesis federalistas del partido tampoco ha gustado a buena parte de los cuadros socialistas.

De ese malestar se ha hecho eco con grandes dosis de humor un militante del PSC en el distrito de Horta-Guinardó mediante un vídeo que ha colgado en YouTube. Los veteranos Joan Ferran y Raimon Obiols también cuestionaron la gestión del partido. Y aunque Obiols hace tiempo que se retiró de la primera línea política, su legitimidad moral quedó reafirmada cuando reprochó a Navarro que no se abordaran los casos de presunta corrupción que en las últimas semanas han salpicado al partido, concretamente al alcalde de Sabadell, Manuel Bustos, y al secretario de organización del PSC, Daniel Fernández. Obiols reclamó «una Cataluña sin amos, pero un PSC también sin amos».

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