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Miquel Porta Perales - El oasis catalán

Desafío

Al nacionalismo catalán, el juego, esto es, el desafío, le sale a cuenta. Porque, da la imagen de unidad si tenemos en cuenta que el PDECAT y ERC van de la mano

Al nacionalismo catalán le gusta el juego. La diversión. Si no fuera así, 1) no se entiende que el presidente y vicepresidente de la Generalitat soliciten un diálogo imposible al Estado, 2) no se entiende que el presidente Carles Puigdemont haga una petición al Senado ... para dar una conferencia sobre un referéndum ilegal, 3) no se entiende que tres políticos inhabilitados por el delito de desobediencia –la sentencia todavía no es firme- puedan ser nombrados embajadores plenipotenciarios de un referéndum ilegal, 4) no se entiende que, los amigos de la transparencia, escondan la dicha ley de transitoriedad, 5) no se entiende que se pasen por el arco del triunfo los informes del Consejo de Garantías Estatutarias y la opinión de los letrados del Parlament , 6) no se entiende que aprueben unos presupuestos con partidas ilegales. Al nacionalismo catalán se le entiende todo. Y se regodean. Están muy contentos de haberse conocido. Lo suyo es el desafío. Quieren provocar al Estado y a ver si, con un poco de suerte, a “España” se le va mano y así consiguen oxigenar un “proceso” en fase de colapso. Y salvar el pellejo y la poltrona. Todo por Cataluña.

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