Cataluña retuvo «deliberadamente» la información sobre el enterovirus

Comín reconoció que, aunque la alarma sanitaria se activó el 6 de mayo al detectarse un número inusual de infecciones en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, no se informó «deliberadamente» y «de forma consensuada» a los pediatras de los ambulatorios hasta el día 13 y no se hizo rueda de prensa hasta el día 19, más de cuarenta horas después de desatarse la alarma con una sucinta nota que, según los diputados, «desinformaba más que informaba». El titular de Salud arguyó que retuvo la información sobre el brote a los pediatras «para no crear una alarma innecesaria» porque «no se disponía aún de información científica precisa» y a los medios «porque aún no se habían cerrado todas las respuestas y se carecía del resultado de los primeros análisis».

Según Comín, el mismo día 6 de mayo se creó una mesa de seguimiento para monitorizar el brote y se difundió la noticia en los círculos médicos y científicos. Asimismo, según aclaró, «desde el minuto cero se creó un laboratorio de 24 horas en el Vall d’Hebron para analizar los casos y se envió la información a hospitales y al circuito de emergencias».

La mayoría de críticas le llovieron por la falta de transparencia informativa. Su consejería informó del brote a las 20.00 horas del pasado día 17 de mayo con una nota escueta y poco concreta. Horas después, la mañana del día 18, comparecía en una televisión pública para dar más detalles, aunque no fue hasta el día 19 a media mañana cuando hizo la rueda de prensa. El defensor del pueblo catalán (Síndic de Greuges) ha abierto una investigación para determinar si ha habido errores en la gestión del brote.

Los diputados del PSC y C’s, Assumpta Escarp y Jorge Soler , respectivamente, criticaron la «falta de transparencia» de la consejería, lo que, según indicaron, «disparó la alarma entre la población». «Hay informaciones que intranquilizan más que tanquilizan», dijo Escarp y denunció que durante la crisis hubo «40 horas de oscuridad informativa».