Badalona: orden versus desorden

Una opción es la que representa García Albiol, con un proyecto claro de ciudad, con las ideas claras en materia de convivencia, civismo y seguridad, con una firme voluntad de lucha contra la inseguridad y contra todo aquello que altere la buena conciencia en las calles badalonesas y con un claro convencimiento por el cumplimiento y respeto por las normas y la ley. La gestión de gobierno durante el año y medio que García Albiol fue alcalde dio unos datos muy mejorados en materia de infracciones penales respecto los años 2017, 2018 y 2019. En este aspecto, una de las banderas de las que hizo gala fue en trabajar contra la ocupación ilegal de inmuebles; es decir, contra los okupas (y reclamar unas leyes más duras contra los okupas y que defiendan mejor la propiedad privada). También durante su mandato las ocupaciones (e intento de ocupaciones) bajaron respecto otros años. Los que querían infringir la ley sabían que en Badalona había un alcalde que priorizaba la buena buena convivencia y los derechos de aquellos que cumplían y respetaban las normas. Jamás se le ocurrió reunirse con aquellos que infringen las leyes. Cosa que sí ha hecho el actual gobierno de izquierdas e independentistas.

La otra opción es la que actualmente gobierna en Badalona: un conglomerado de partidos que su único proyecto era que no gobernase el candidato más votado (García Albiol). Esto ha llevado a un gobierno que dirige un ayuntamiento como el de Badalona sin rumbo ni dirección concreta. O lo que es lo mismo: el caos. Ese caos se nota ya en las calles de Badalona donde comienzan a darse graves situaciones de inseguridad que hacia tiempo que no se veían. El desgobierno y el destituir a un alcalde que apostaba sin complejos por el cumplimento de las normas hace que aquellos que hacen de la inseguridad y el caos su forma de vivir y convivir puedan campar más a sus anchas por la ciudad. El ponerse al lado e los okupas, o reunirse con ellos, es ponerlos al mismo nivel de todos aquellos vecinos que cumplen con sus obligaciones. Esta reunión es un insulto no solo a los propietarios de todos los inmuebles ocupados, si no también de todos los vecinos que sufren las consecuencias y molestias de estas ocupaciones. Y a su vez, da un mensaje peligroso: infringe la ley que la Administración te abrirá sus puertas y te escucha. Reunirse con estos colectivos okupas ha llevado a las imágenes que hemos visto todos por televisión: ocupas y antisistemas atreviéndose a enfrentarse a la policía y antisistemas atreviéndose a agredir a un representante político (agresión a García Albiol). Y puede que me equivoque, pero al menos yo no he odio o leído ninguna condena a la agresión a García Albiol.

No hablamos de la actuación de los diferentes cuerpos de seguridad que siempre demuestran su profesionalidad día a día. Estamos hablando de gestos políticos por parte de los representantes de los grupos municipales. En este caso ha sido el gobierno de la ciudad de Badalona realizando una reunión con los ocupas con todas las cámaras y fotografías posibles que han podido. Esa imagen, de cara a la ciudadanía, es un apoyo explícito a los que incumplen las normas. Todo un contrasentido: los que dirigen y han de hacer cumplir las normas, apoyando a lo que las incumplen. Un despropósito.

Así que nos encontramos con dos formas de gobernar diferentes, dos formas de gestionar la seguridad y la paz de las calles de Badalona. El actual gobierno simboliza el caos y el desgobierno. Xavier García Albiol simboliza proyecto, orden y seguridad. Entra estas dos opciones tendrá que escoger el ciudadano de Badalona en las próximas eleciones municipales. La pena es que en un año y medio las cosas pueden ir mucho a peor con los actuales gobernantes.

Alberto Villagrasa es consultor y experto en materia de seguridad