Los Mossos detienen al sospechoso de matar a tiros a un menor de 15 años en Sant Hipòlit de Voltregà (Barcelona)

Todo comenzó tras una pelea en plena calle con su agresor, Daniel M., un hombre de 40 años, con antecedentes por delitos contra la salud pública y también vecino del pueblo. La reyerta se produjo ante la casa del presunto homicida, que luego huyó por una zona boscosa del municipio.

«No es la primera vez que se peleaban, pero a uno se le ha ido de las manos. Los conozco a los dos, pero yo no soy nadie para hablar de eso», es todo lo que ha explicado a ABC el dueño del Restaurant Club Tennis Voltregà, aún tratando de digerir lo ocurrido.

«Claro que los conocía a los dos, en el pueblo nos conocemos todos, pero no voy a decir nada», ha secundado una de las trabajadoras de Can Liró, una cafetería que se ubica en la calle Jacint Verdaguer. Los vecinos de Sant Hipòlit se han enterado de lo ocurrido cuando comenzaron a recibir en sus móviles mensajes con la noticia. Otros, al ver el despliegue policial que ha cercado el pueblo hasta localizar al sospechoso, del que algunos destacan su «carácter violento».

Después de que el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) no pudiese reanimar a Aleix, los Mossos d'Esquadra desplegaron un amplio dispositivo para detener a Daniel M., bajo el aviso de que el individuo, seguramente, iría armado. Hasta el municipio se desplazó el helicóptero del Cuerpo y también se activó al Grupo Especial de Intervención (GEI), la unidad de élite de la Policía catalana. Junto a ellos, varias unidades de las Áreas de Recursos Operativos (ARRO), y también la unidad canina.

Tras disparar a la víctima, el hombre de 40 años escapó y los efectivos del GEI desplegaron también su dron para facilitar las tareas de búsqueda. En alerta, no solo el pueblo, sino toda la comarca de Osona. El dispositivo contó también con negociadores del grupo de secuestros y extorsiones. La intención de la Policía era que la familia contactase con el presunto homicida para convencerlo de que se entregase, pero las gestiones no resultaron efectivas. Los agentes registraron una nave abandonada en medio del bosque y también una caravana, pero no localizaron al fugitivo.

Pasaron las horas y no fue hasta la una de la tarde cuando pudieron detener al individuo. Fue un vecino quien dio la alerta: se encontraba cerca de la fábrica donde trabaja. Finalizó así el dispositivo de búsqueda con el arresto del sospechoso, que no iba armado, como se pensaba en un inicio, y no ofreció resistencia. «La detención se ha producido sin ningún acto de violencia», informó el Cuerpo catalán.

Tras ello, los agentes trasladaron a Daniel M. a la comisaría de Vic, a la espera de pasar a disposición judicial.